Desata The Rasmus la locura en México

Una noche "inmortal" vivieron miles de mexicanos junto a la banda de rock finlandesa The Rasmus, que se presentó este domingo 8 de septiembre en el Pepsi Center de la Ciudad de México.

Después de casi dos años de su última actuación en tierras aztecas, el cuarteto regresó con éxito a nuestro país ahora con su último disco homónimo.

Desde temprana hora, cabezas de fanáticos adornadas con plumas de cuervo iban llegando el recinto en el World Trade Center, donde sin importar la lluvia y la fresca temperatura, esperaron pacientes la hora de entrada para por fin disfrutar del show.

A las 6 de la tarde, las puertas del Pepsi Center se abrieron y los seguidores corrían desesperados por obtener el mejor lugar posible.

Puntuales a la cita, cuando el reloj marcaba las 20:30 horas, el lugar quedó “en las sombras” y con una melodía que daba un ambiente de suspenso, el escenario se iba iluminando de azul. La hora había llegado, Aki Hakala, saltó a la batería, Pauli Rantasalmi tomó su guitarra y le siguió Eero Heinonen de mano de su bajo. De repente el intro de “No Fear” se escuchó estremeciendo a los asistentes que ya habían abarrotado el lugar. Finalmente la icónica silueta de Lauri Ylönen se “dibujó” entre las luces y tras saludar a la audiencia, la velada dio inicio.

El área general se convirtió en un “mar viviente” luego de que los jóvenes emocionados se aventaran de un lado a otro en busca de estar lo más cerca de sus ídolos.

“Gracias, es genial estar de regreso” fueron las primeras palabras con las que Ylönen se dirigió a sus fans entre los que también se encontraban jóvenes de otros estados del norte como Coahuila y Nuevo León, y después seguir con “Ghost Of Love” y “Time To Burn”.

La banda presentó en esta ocasión una escenografía muy diferente, con visualizaciones en todo el fondo que en I’m A Mess simuló al videoclip de la canción, siendo esta una de las más coreadas.

La alegría de los finlandeses era totalmente perceptible, quienes no paraban de sonreír y saludar a su fiel público. Eero quien lució un alocado peinado, tomó el micrófono y compartió que desde su llegada el viernes a México, “los días que hemos pasado han sido muy bellos” y así dio pasó a “Chill”.

La energética velada continuó con temas como “First Day Of My Life”, “Livin’ In A World Without You” y Night After Night, de la cual dijeron que era la primera vez que la tocaban en nuestro país.

El momento melancólico se hizo presente al interpretar “Funeral Song” y “Justify”, que hicieron que más de uno derramaran lágrimas con emotividad.

La energía se retomó con “Immortal”, tema con el que el público no paró de saltar y gritar.

Ya con la guitarra acústica, Lauri interpretó “Black Roses” y “Sail Away”, que fueron fuertemente coreados, mientras junto a la batería de Aki se apreciaba una bandera de México.

La agrupación anunció la última canción, que sin duda era la más esperada, “In The Shadows” que desde los primeros acordes, desató la locura dejando las gargantas desgarradas de sus fanáticos. Al finalizar la banda se colocó al frente del escenario y abrazados se despidieron de la audiencia en punto de las 10 de la noche recibiendo una fuerte ovación.

Ante la exigencia de que regresaran a interpretar otra canción, Eero reapareció en el entarimado y sorprendió al cantar “Bésame Mucho” de Consuelo Velázquez.

La escenografía proyectaba toda una constelación al momento que la banda completa regresó con “Stranger”.

Finalmente “Guilty” puso fin a la noche que se vio marcada por éxitos de sus discos anteriores ya que del nuevo se escucharon únicamente dos temas, además de que ahora no se contó con un set acústico como en sus anteriores visitas.

De esta forma, The Rasmus cumplió una vez más a los mexicanos con un concierto totalmente diferente a los anteriores, siendo además los “culpables” de una experiencia que quedará inmortalizada en la memoria de sus seguidores. ^JH