Carrillo dijo que las sesiones eran con el conocimiento de García Aspe, pues es una parte de sus métodos de trabajo, tal y como lo hizo con América, Puebla y Tigres. (Archivo)
Mario Carrillo reconoció que trabaja con una asesora, conocida como 'Mamá Toña', sin embargo, aclaró que no se trata de una bruja, como se ha dicho en algunos medios, sino de una persona "preparada y con estudios".
En una charla en el programa "Futbol Picante" de ESPN, Carrillo habló de la gestión de Alberto García Aspe en Pumas y una de las preguntas fue sobre la vidente con la que se le ha relacionado.
"Sí hice las sesiones. La traje y la llevé al hotel donde me encontraba. A mí me cuesta una fortuna porque es una señora preparada que tiene hijos mayores y a ellos les afecta, porque le dicen 'Mamá Toña'", explicó.
Detalló sobre las sesiones y dijo que se tratan de "una técnica de relajación, visualización y meditación. Ella es una señora que hace congresos internacionales, con una altísima preparación en Gestalt. Hay que aclarar sobre la señora, porque es una falta de respeto para su familia y para la mía".
Carrillo dijo que las sesiones eran con el conocimiento de García Aspe, pues es una parte de sus métodos de trabajo, tal y como lo hizo con América, Puebla y Tigres. "Yo no escondo nada, pero es lo que se ha satanizado. Esto es algo determinante en mi carrera, algo mental".
"Le pega" a García Aspe
Carrillo detalló que durante su etapa con los Pumas, el "Beto" le imponía a ciertos jugadores y sobre sus palabras -al declarar que poner a Mario como técnico fue su peor error- respondió que sólo busca justificarse.
"Es un pretexto. Él tiene que reconocer que no pudo con la Universidad, pero no buscar a un culpable y qué fácil que lo encontró conmigo", aseguró. "Yo quería ser parte del grupo. Tenía la ilusión, quería estar bien y trabajar con las divisiones inferiores, estar en armonía, pero él se metía en la forma y fondo".
Justificó haber puesto a Emanuel Villa como suplente, pues considera que Eduardo Herrera pasaba por un mejor momento, por lo que platicó abiertamente de su decisión con los involucrados.
"Salgo antes de tiempo. Sabía que iba a calificar porque tenía la ilusión de ser campeón, me sentí despojado. Perdí contra Tigres y América, pero tenía contrato vigente por esa temporada y la siguiente. Venía de trabajar con Javier Aguirre y traía un bagaje. Él sabía a quién traía, no soy simpático ni afable, pero trato de prepararme y sabía que contrataba a un entrenador preparado", concluyó.