Vulnerables. Las mujeres que huyen de sus comunidades se enfrentan a muchas dificultades al llegar a un lugar distinto ya que, en no pocas ocasiones, ni si quiera dominan el idioma.
El 60 por ciento de las personas que huyeron de sus comunidades durante los últimos años corresponde a mujeres, aspecto que las deja en una situación de vulnerabilidad y expuestas a la violencia.
La directora del Instituto de la Mujer Duranguense (IMD), Fátima González Huízar, dio a conocer lo anterior y expuso que las principales causas por las que las personas dejan sus comunidades de origen, de acuerdo a principios internacionales, son los desastres naturales, la violencia generalizada o la violación a los derechos de los hombres y mujeres.
En este sentido, indicó que no se tiene un registro formal sobre desplazamiento en Durango, un aspecto que requiere legislación y recursos para poderse trabajar.
Refirió que sólo se cuenta con estimaciones en torno a que en 2010, más de 700 familias huyeron de sus comunidades; y en 2011, lo hicieron más de dos mil indígenas por la sequía. "Esto también condiciona a la violencia contra la mujer y provoca vulnerabilidad de género porque 60 por ciento de quienes se desplazan son mujeres", resaltó.
Este tema y su atención son importantes ya que son mujeres que no hablan español y requieren apoyo para poder desenvolverse en los lugares a los que llegan.
Y aunque hay estrategias como la Comisión de Atención a Víctimas del Delito y la cruzada Una Gota de Ayuda para prevenir el desplazamiento, reconoció que se necesitan políticas públicas y leyes de atención a hombres y mujeres que tuvieron que salir de sus lugares de origen.
Por su parte, el IMD está trabajando con 20 familias de mujeres desplazadas con un proyecto de Agencia Económica, además de que se les ayudó a recuperar su papelería personal, se les orienta para que vendan sus artesanías y para que conserven su cultura e identidad.
El 20 por ciento de estas mujeres, huyó por la violencia generalizada en el país y el 80 por ciento se fue en la búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo y por la sequía.
La violencia contra las mujeres no es la causa, sino el efecto. Influyen también factores como el estrés, el hacinamiento en las viviendas, la falta de cultura y educación.
