Obra monumental. Autoridades municipales y empresarios de la región calificaron este proyecto como 'la escultura cristiana más grande del mundo', siendo un regalo para la ciudad debido a sus 100 años.
"Estoy verdaderamente avergonzado de mi ciudad y de mi estado, yo me doy por vencido", indica el artista Rogelio Madero, quien reclama la falta de mantenimiento y cuidado en su obra "Manto de la Virgen", ubicada en la carretera Matamoros-Torreón.
Madero hace un recuento de las veces que ha solicitado a las autoridades, tanto municipales como del estado, que se mejoren las condiciones de esta obra mariana.
No obstante, ha venido recibiendo respuestas negativas o indiferencia a sus peticiones que, según indica, reflejan un problema mucho más complejo.
"Es una tristeza, que como artistas nos esforcemos en hacer proyectos interesantes, en dar lo mejor que tenemos y para que después nos descuiden nuestro trabajo... me apena mucho recibir a gente de otras partes del mundo y mostrarles puros daños", dice el artista.
Rogelio Madero, es originario de Torreón, nació un 25 de diciembre de 1936 y se ha destacado como uno de los escultores en acero más importantes del país.
En dos ocasiones ha sido ganador del premio la "Creatividad en acero", que otorga la Canacero, además de ser el primer lugar del premio internacional en la fabricación de altorrelieve.
Para Madero, el "Manto de la Virgen", representaba un regalo personal para los cien años que cumplía Torreón en 2007, se trataba de uno de los proyectos más importantes de su carrera y uno de los más creativos.
No obstante, esta obra, al igual que otros monumentos de la ciudad, ha sido víctima de robos, falta de mantenimiento y hasta vandalismo desde que se colocó en la entrada de la ciudad.
"Esto me dice que como artista no tengo nada que hacer aquí en Torreón, hasta quienes elaboran bustos saben que se los van a robar y a final de cuentas no va a pasar nada... me da pena como lagunero", dice.
El escultor también menciona que la situación de descuido también es responsabilidad de la misma ciudadanía, y que se puede ver en otros lugares, tales como las plazas públicas y otros espacios.
Sin embargo, asegura que es trabajo de los gobiernos el procurar que el arte y la cultura sean fomentadas de manera regular para evitar "círculos viciosos".
"Es ridículo que no quieran rescatar los espacios, los monumentos por el miedo a que se roben las piezas... eso nos dice que muchas cosas se están haciendo mal".
Actualmente, Madero se dedica a realizar obras monumentales para otras partes del país y sus colaboraciones con el estado y con el ayuntamiento se han suspendido hace tiempo.
Esta situación ha sido una constante en la carrera de Madero desde hace tiempo, tanto que asegura encontrarse por dejar la región al igual que otros artistas plásticos.
"No se aprecia el trabajo de nosotros y tampoco hay apoyos aquí, lo que hacemos es irnos a otros lados donde sí exista esto, es lógico y eventualmente lo voy a hacer".
Rogelio Madero también fue quien encabezó la escuela de escultura de Torreón durante la administración municipal anterior, misma que fue desarmada por las autoridades de manera sorpresiva.
Este proyecto y otros más de integración social son la última iniciativa a nivel local que Madero pretende rescatar para el futuro dentro de Torreón.
Madero Peña asegura que aún existe una posibilidad para que la escuela de escultura "vuelva a ver la luz", no obstante acepta que será una tarea complicada y llena de obstáculos.
"Estoy en la mejor disponibilidad, sigo trabajando en otros sitios y con buen ánimo... en lo personal no me dan ganas de hacer otra obra para la ciudad, pero si se requiere puedo apoyar con el proyecto de la escuela, a ver qué pasa".
