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'Cada sonrisa es un aliciente'

Sonrisas. José Hipólito Yáñez Adame forma parte del grupo Médicos de la Risa. Su misión es acompañar a los pacientes de los hospitales para que no se sientan solos en el proceso de su enfermedad.

Sonrisas. José Hipólito Yáñez Adame forma parte del grupo Médicos de la Risa. Su misión es acompañar a los pacientes de los hospitales para que no se sientan solos en el proceso de su enfermedad.

CRISTAL BARRIENTOS

En los hospitales no todo es dolor y sufrimiento. Gracias al grupo Médicos de la Risa, los pacientes logran olvidarse de sus enfermedades por un momento, y sonreír cuando los ven llegar con sus batas blancas y narices rojas.

José Hipólito Yáñez Adame, mejor conocido como el doctor Hipo, es originario de Torreón. Dice que de su infancia tiene los mejores recuerdos gracias a sus padres y hermanas.

"De niño me gustaba mucho ir a la escuela, y siempre recuerdo con mucho cariño a mis amigos, desde la primaria hasta la universidad".

José Hipólito forma parte del grupo Médicos de la Risa, y dice que su ingreso fue meramente circunstancial, "tenía algo de experiencia porque siempre participé en las misiones, iba a la Sierra de Durango, pero hasta ahí".

Un día, Médicos de la Risa lanzó una convocatoria en el Teatro M. Alvarado de Gómez Palacio, y de ahí surgió el grupo que comenzó a visitar los hospitales para llevar aliento a los pacientes y sus familiares.

 EL INICIO Oficialmente el grupo Médicos de la Risa inició el 30 de abril de 2006, justo en el Día del Niño. "Aunque nuestra misión es acudir a los hospitales, nuestra primera visita fue al Cereso de Torreón porque hicieron un festival para los hijos de los internos y fuimos invitados".

Para José Hipólito su mejor arma es su nariz roja, pues cuando los niños la ven, no pueden dejar de sonreír y a partir de esto le abren la puerta de su corazón y le entregan su confianza.

"La nariz es nuestro corazón, y nos abre muchas puertas. La gente va al hospital a curarse y por lo tanto deben estar alegres cuando están ahí, tratamos de cambiar el concepto de tristeza".

Además de los niños, también se visitan a los adultos y en ambos casos quieren platicar y desahogarse. "Los niños siguen siendo niños aunque estén en un hospital, porque quieren divertirse. Creo que la mayor satisfacción de participar en este tipo de actividades es sentirse útil y aportar algo".

Los Médicos de la Risa no regalan juguetes ni dinero, nada, solamente sonrisas, amor, abrazos y tiempo, "nosotros estamos para hacerles compañía, y aparentemente nosotros somos quienes damos, pero la verdad es más lo que recibimos en los hospitales".

En cada uno de los pacientes, dice, hay un ejemplo de vida porque todos los días regalan al mundo las ganas de seguir luchando, sin importar el dolor físico provocado por su enfermedad o tratamiento.

"A veces nosotros nos quejamos por una gripe y al ver a estos niños la verdad es que aprendemos a valorar lo que tenemos y a crecer como personas".

 TIEMPO DE CALIDAD

Uno de los requisitos para ingresar al grupo Médicos de la Risa es entregar tiempo de calidad, no el que sobra después del trabajo o de la escuela.

"Esto es para generar un compromiso y para que el grupo funcione, obviamente cada uno de los integrantes tenemos nuestras ocupaciones como la escuela o el trabajo, pero siempre nos organizamos para destinar tiempo de calidad".

Todos los domingos, de diez de la mañana a dos de la tarde, los integrantes de Médicos de Risa se reúnen para visitar los hospitales, "tenemos la convicción para regalar y compartir ese tiempo con los demás".

Un médico de la risa debe tener tres requisitos: el entusiasmo, el tiempo y la disposición, y la persona que sea capaz de cumplirlos será bienvenida a este grupo de ayuda social.

"Nosotros hacemos la recomendación de que sean personas de 17 años de edad en adelante, porque a veces hay cuadros muy impactantes para la vista, y aunque tenemos ejercicios para el manejo de emociones y demás, resulta muy difícil".

José Hipólito está convencido de que todas las personas pueden servir a alguien, el problema es que no todas saben cómo, y Médicos de la Risa es una opción para lograrlo.

"Aparentemente se ve fácil porque creen que nada más es maquillarse, ponerse una bata y una nariz, pero se requiere un curso de capacitación, con herramientas básicas para trabajar en el hospital".

Los integrantes de Médicos de la Risa, día a día se preparan para hacer un buen papel en los hospitales, "actualmente capacitamos a las personas que se quieren integrar para que no vivan lo que en algún momento pasamos nosotros, porque teníamos poca información y no sabíamos con quién dirigirnos cuando llegábamos a un hospital".

La improvisación, control de emociones y trabajo en equipo, son las herramientas básicas de este grupo, "no podemos trabajar solos, siempre necesitamos de la ayuda de alguien más, también tomamos un curso de maquillaje y todo esto nos sirve para formar a un nuevo Médico de la Risa".

 NO SIEMPRE SON RISAS

Un Médico de la Risa no necesariamente tiene qué hacer reír, dice José Hipólito, pues muchas veces los niños lo único que necesitan es compañía.

"En una ocasión nos tocó un niño menonita que tenía dos meses solo en la Clínica 71 del IMSS, porque sus papás eran de Chihuahua y tenían que atender a sus otros hijos, por eso no siempre se trata de hacer reír al paciente sino de hacerle compañía".

Para los pacientes y sus familiares, los Médicos de la Risa se convierten en una válvula de escape, "obviamente nuestra ilusión es verlos sonreír, pero no nos tenemos que sentir frustrados si esto no sucede, porque a veces lo único que quieren es platicar".

Hay visitas donde es necesario mucho derroche de energía y en consecuencia son cansadas, pero nada se compara con la sensibilidad que se adquiere y reflexión que surge sobre la muerte y la vida. "A veces no nos gusta tocar el tema de la muerte, pero ahí está y todos estamos destinados a vivir ese capítulo algún día".

José Hipólito está convencido que los niños son los mejores maestros que cualquier persona pueda tener en la vida.

"Para nosotros cada sonrisa es un aliciente que nos dice que debemos seguir adelante con el trabajo de Médicos de la Risa".

Regalan sonrisas y abrazos

Algunos datos sobre José Hipólito Yáñez Adame:

⇒ José Hipólito Yáñez Adame, mejor conocido como el doctor Hipo, es originario de Torreón.

⇒ Forma parte del grupo Médicos de la Risa.

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Escrito en: Activo Lagunero Médicos de la Risa

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