Federico Mejía Hernández, ex director estatal del Instituto Duranguense de Educación para Adultos, habría recibido la semana pasada casi un millón de pesos, como indemnización al despido injustificado que sufrió cuando ocupaba el cargo, hace aproximadamente dos años.
Carlos Vargas Rosales, director de Servicios Jurídicos y Laborales de la Secretaría de Educación del Estado de Durango, confirmó ayer que Mejía sí recibió dinero, pero a manera “gratificación”, además de su reinstalación aunque no en el mismo puesto, pero sí dentro de la Secretaría, después que su área logró conciliar con el demandante antes que la autoridad laboral emitiera el laudo, porque de otra manera se le habrían pagado 2 millones de pesos.
A finales del 2000, el sindicato de trabajadores de esta dependencia exigió la destitución de Federico Mejía; en respuesta, demandó laboralmente a la dependencia, cuyas pretensiones eran la indemnización de 2 millones de pesos. El caso fue llevado por Servicio Jurídicos y Laborales de la SEED, porque el titular del área jurídica del IDEA, Joel López Atienzo, confirmó ayer que el caso lo llevó, de principio a fin, la SEED, y que al IDEA sólo le notificaron la existencia de esa demanda, que no tuvo intervención jurídica.
Sin embargo, Vargas Rosales no quiso revelar la cantidad exacta que se le entregó a Federico Mejía, cuando le fue requerido, y posteriormente a través del encargado del área de Prensa de la Secretaría de Educación, Octavio Ríos, mandó decir al reportero que él creía conveniente no dar a conocer la cantidad, para evitar que este asunto se politizara más.
Sin embargo, fuentes no oficiales confirmaron que Federico Mejía recibió casi un millón de pesos, “en números redondos”; otras personas fueron más precisas al señalar que el cheque era por 992 mil pesos, y que este dinero provenía del IDEA, y que fue precisamente Benito Terrazas Arredondo quien entregó esa cantidad el pasado viernes 25 de octubre.
Vargas Rosales fue entrevistado sobre el caso de Federico Mejía, y señaló afortunadamente no se había dejado llegar el proceso laboral a la sentencia, sino que se negoció antes que se resolviera el fondo del asunto ante la autoridad laboral.
Consideró que fue una buena negociación la que se logró, considerando que si Federico Mejía hubiera ganado el caso que inició a finales del 2000, por su destitución como director estatal del IDEA, se habrían tenido que pagar 2 millones de pesos.
Indicó que con la cantidad que se entregó a Mejía no se alcanzaron a cubrir ni los salarios caídos. Indicó que dentro de la negociación se acordó su reubicación no en el cargo que tenía cuando salió del IDEA, por presiones del sindicato, sino en alguna otra área de la SEED.
Vargas Rosales comentó que el pago lo hizo el IDEA, y que fue ésta la dependencia, no la Secretaría de Educación, la demandada. Destacó que el área de Servicios Jurídicos y Labores sólo intervino como auxiliar, para tratar de negociar con él, lo que finalmente se logró.
Por otra parte, dijo que Federico Mejía tiene una clave de docente de tiempo completo en una escuela secundaria general federalizada, y que el dinero que recibió es como una “gratificación”, considerando que no hay dinero, y confirmó que no tenía ningún impedimento para reinstalarlo, y que de hecho así iba a ocurrir.
Hay rumores en el sentido de que Federico Mejía ya fue reinstalado y que es jefe de Asesores de Adrián Laveaga Hernández, el titular de la SEED.
