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Kylie Minogue despierta celos y pasiones

El País

MADRID, ESPAÑA.- Hace tiempo que el mundo musical sospecha que Kylie tiene diez años más de los que declara y que ha vendido su alma al diablo para parecer cada vez más joven, más sexy y más moderna. No hay que tomarse estas habladurías muy en serio, sólo son maledicencias de los envidiosos.

La realidad es que Kylie Minogue ha estado ante los ojos del público desde que era una cría y las cuentas de su calendario existencial resultan perfectamente exactas. Nació en Melbourne, Australia, el 28 de mayo de 1968 y es una de las chicas más listas del mundo pop. Desde el principio, ha tenido en su poder todos los derechos sobre sus fotos, publicidad y música, y además rebosa simpatía y tiene un cutis perfecto. No es extraño que despierte tantos celos como pasiones.

Su madre era bailarina y de ella heredó su buena figura y su energía. Su padre era contable y de él heredó sus dotes para los negocios, talento que ha sabido utilizar con sabiduría y limpieza admirables para convertirse de un modo sospechosamente furtivo en una de las mayores estrellas pop de los últimos 15 años, sin que nadie, especialmente sus rivales, pudiese darse cuenta a tiempo.

Internacional con motivo de la edición de su nuevo álbum, ha elegido un modelo negro muy gaseoso con incrustaciones de rosas plateadas, flecos y volantes. Lleva botas altas de tacón de aguja, el pelo muy claro y la sonrisa refulgente. Está mayor. Atractiva, guapa, rutilante y coqueta, pero mayor. Quizá está cansada: las últimas seis semanas las ha pasado ensayando con sus músicos, coristas y bailarines un show que será grabado para televisión y que va a celebrarse en el Hammersmith Apollo londinense.

Las entradas no han salido a la venta y sólo sus fans más dedicados han podido ganarse el derecho a asistir a través de diversos concursos y competiciones celebrados a la vez en todo el mundo. Por eso, el espectáculo se llama Money Can?t Buy (El Dinero no Puede Comprar). ?Es un nombre muy feo... Se le ocurrió a mi representante (ya sabes cómo son los representantes...) y yo lo quería cambiar, pero no hemos sido capaces de encontrar nada mejor y, al final, se ha quedado Money Can?t Buy?.

¿Te sientes mayor?

No siento nada especial por tener 35 años. Estoy muy contenta de verme en el lado más... maduro de la industria y de seguir teniendo oportunidades.

Pregunta inevitable: ¿Qué consideras más importante, tu música o tu imagen?

En la música pop de hoy día difícilmente puedes separar la música de la imagen. Soy muy consciente de lo que hago, pero no puedes detener la bola de nieve una vez que comienza a girar.

Hace algún tiempo quise cambiar mi imagen, pero no funcionó, ya no era Kylie. Desde entonces, intento simplemente ser fiel a mí misma y divertirme. Pero nunca me atrevería a decir que la importancia de mi físico es mayor que la de mi voz. Si dejas de lado la música quedaría muy poco.

El truco es encontrar el equilibrio entre la imagen y la música.

Bella desde pequeña

Cuando tenía diez años, Kylie y su hermana Danii, se presentaron a un casting de la televisión australiana. Era rubia, mona y delgadita, tenía los ojos azules y se quedó con el papel de una niña holandesa llamada Carla en la serie The Sullivans, absolutamente desconocida en nuestras latitudes. Profesional y ambiciosa incluso a tan corta edad, Kylie consiguió imitar con cierta habilidad el acento holandés de su personaje. ?Me acuerdo que, cuando tenía siete u ocho años, quería ser como Olivia Newton-John en Grease?, dice. ?Hay mucha gente que me ha gustado: Madonna... Prince...?.

Durante toda su infancia siguió compaginando sus estudios con apariciones en diversas series televisivas, hasta que, en 1985, obtuvo su certificado de enseñanza secundaria, se buscó un manager y consiguió el papel de Charlene Mitchell, una mecánica con la cabeza rizosa como una escarola que, poco a poco, fue haciéndose su huequecito en una serie titulada Neighbours (Vecinos) hasta finalmente casarse con el protagonista masculino, un actor rubicundo llamado Jason Donovan.

Neighbours tuvo un éxito increíble en los países de habla inglesa, pero aquí, humildemente traducida a los idiomas autonómicos, la serie pasó sin pena ni gloria. Para promocionarla, alguien tuvo la genial idea de inventar un romance entre Kylie y Jason. Juntos grabaron varios dúos y juntos se hicieron algunas fotos de lo más empalagoso.

Muy posteriormente, ambos admitieron que algo de romance real había habido debajo del montaje. A Jason, ahora calvo y padre de dos hijos, divorciado y sin éxito, sólo se le recuerda por Kylie. Pero una leyenda había nacido, la de la Kylie come-hombres que los trincha con cuchillo y se los zampa con tenedor masticando a dos carrillos.

Kylie no es una gran cantante. Tampoco tiene la voz bonita, ni personal. Se mueve con elegancia, pero baila con los movimientos rígidos de quien se ha aprendido los pasos de memoria. Y, sin embargo, es la estrella más representativa del pop después de los ochenta: mucha imagen, muchos estribillos pegadizos, mucha producción y efectos especiales y, sobre todo, mucho viboreo... En España, a pesar de los ímprobos esfuerzos de sus diferentes discográficas (murales en el Metro incluidos), nunca se había comido una rosca.

Cuando, en 1987, Neighbours era el programa de televisión más visto de Australia, Kylie y sus compañeros de la serie fueron invitados a actuar en una fiesta benéfica organizada por un club de futbol. Ensayaron una versión de Loco-Motion, el hit de 1962 de Little Eva. Kylie se la pasó tan bien que mandó una cinta a un sello discográfico local. El productor inglés Mike Duffy, que estaba en Australia trabajando con un grupo de tecno pop, grabó la versión definitiva. En dos semanas Loco-Motion era número uno.

Stock, Aitken y Waterman eran los productores de moda en Inglaterra por aquel entonces. Hacían unos pastiches de Motown preciosos para gente efímera pero divertida como Dead or Alive, Mel and Kim, Samantha Fox, Bananarama o Rick Astley.

El manager de Kylie les pidió una canción para el segundo single de la chica, pero el encargo se les olvidó completamente hasta que, estando Kylie sentada en la salita de espera de su oficina, compusieron I Should Be So Lucky para ella.

Tuvo tanto éxito que comenzaron a grabar un álbum y Kylie se vio obligada a dejar la televisión. Le siguieron canciones como Got To Be Certain, Je ne sais pas pour qui, Hand On Your Heart, Wouldn?t Change A Thing y Never Too Late que se vendieron a patadas pero, por desgracia, hoy día no se acuerda de ellas ni Dios.

Pero Kylie era ambiciosa y quería ser como Madonna. En 1990, se planchó el pelo y se hizo un vestuario a base de redes y calados, de muy poco estilo pero muy descarado, y se convirtió en diva y en icono gay. Poco a poco fue desarrollando mejor gusto y contratando a mejores estilistas. Cada día estaba más guapa y la cosa iba sobre ruedas.

¿Qué piensas cuando ves fotos de hace 15 años?

No te lo creerás, pero cantidad de trajes de entonces vuelven a estar de moda ahora. Cuando me hago fotos y miro la ropa que se ha seleccionado para la sesión suelo decir: ?Yo tenía una igual que ésta...?. Llevo tanto tiempo haciéndome fotos que el ciclo de la moda ha dado toda la vuelta...

¿Te gusta verte en las fotos antiguas?

No, es un poco embarazoso, pero cada vez resulta más fácil, a medida que va pasando el tiempo y te vas distanciando... ¿Y quién sabe? Quizá un día me avergonzaré de lo que llevo ahora.

¿Cuál de tus viejos videos te hace reír más cuando lo ves ahora?

¡Me gustaría ver fotos tuyas de 1989! ¡Entonces sería yo quien se iba a reír! No, no me arrepiento de ningún video ni de ninguna sesión de fotos...

Siempre has sido muy atrevida...

Soy como soy. No tengo que justificar el cuerpo que tengo ni cómo me comunico con mi público. Sé que soy responsable de la mayor parte de la carne que se exhibe hoy día, pero nunca he querido llegar a las exageraciones en que han caído después muchos artistas masculinos y femeninos...

No sabemos por qué, de repente, hay un alto en el camino y Kylie desaparece hasta 1994. Era la época del grunge y tal vez no se encontraba muy a gusto entre tantos desarrapados y legañosos. Su reaparición, en un nuevo sello, con una música modernísima, fue un fracaso. Dos álbumes bastaron para que le rescindiesen el contrato. Nadie quería oír a Kylie con los Manic Street Preachers ni con Nick Cave.

¿Cómo surgió la colaboración con Nick Cave?

Nick tenía la idea en la cabeza seis años antes de que lo hiciéramos. En varias ocasiones distintas personas me habían dicho que Nick quería trabajar conmigo. No sabía mucho de él. Los dos somos de Melbourne y me acuerdo de una foto suya en la que llevaba un bolso con la palabra ?Kylie?. Yo nunca lo había visto, debía ser publicidad pirata de los últimos 80. Nick lo exhibía como si fuese un trofeo. Le conocí en Melbourne el día que grabamos la canción. Después nos estuvimos dejando mensajes en nuestros respectivos contestadores, y al final, el video quedó realmente bien. Magia pura, uno de esos momentos en tu vida que parecen una bendición. Es muy divertido y muy enriquecedor, una verdadera fuente de inspiración para mí... Luego, después de haber mojado la punta del pie en su sopa siniestra, regresé a mi universo pop (risas).

Chica lista por herencia

En busca de la credibilidad que tanto anhelan las estrellas comerciales, Kylie había llegado demasiado lejos. Su gente no lo aceptó. ?Me doy cuenta de que estaba agitando la bandera blanca, incluso en las letras?. ¿Bye bye Kylie Minogue? Para nada... ¿Qué te creías? Kylie es una chica lista, una mujer de negocios avispada y supo enseguida que debía dar marcha atrás.

Se pasó al sello de los Pet Shop Boys y grabó un disco puramente pop, en el sentido más contemporáneo del género. Desde entonces, todo ha cambiado. Fever, su posterior lanzamiento, el del single Can?t Get You Out Of My Head, vendió seis millones de copias y hasta rompió la maldición que pesaba sobre ella en España. Dicen que Kylie lloró cuando se vio de nuevo en la cima de las listas.

Superar la venta de seis millones de copias es, en estos tiempos de derrota discográfica, un reto de los que le gustan a Kylie. ?Mi nuevo álbum es mi gran obsesión?, comenta. En marzo de este año, se reunió en Dublín con el equipo de los estudios Biffco, Richard Stannard y Julian Gallagher, unos productores modernísimos y muy eficaces.

Allí grabó las primeras maquetas. Kylie tiene dinero y lo invierte bien, sabe contratar a gente de prestigio: en su disco han colaborado el inevitable Pharrell Williams de los Neptunes, el legendario Kurtis Mantronik? y hay reminiscencias de hip-hop, reggae, bhangra y breakbeat, como debe ser.

¿De dónde sacas a todos esos talentos?

Con las nuevas tecnologías, cualquiera puede grabar un disco en el sótano. Constantemente están apareciendo nuevos artistas con nuevas ideas. Estuvimos escuchando a unos cuantos para ver cómo podíamos incorporarlos en el nuevo álbum.

Ella afirma que hay novedades y sorpresas que no nos esperamos de Kylie.

Sigo siendo una cantante pop, pero creo que las nuevas canciones son algo único. No tienen nada que ver con lo que he hecho antes, pero no puedo imaginarme a nadie más cantándolas. Creo que la gente se va a sorprender.

¿Por qué has elegido el título Body Language?

Es una frase de la letra de Slow. La frase completa dice: ?Lee el lenguaje de mi cuerpo?.

Muy sugerente?

Body Language es mucho más sensual que Fever. Algunos temas son mucho más lentos, aunque todavía se pueden bailar. La mejor manera que tengo de describir el álbum es decir que tiene menos ángulos y más curvas... Digamos que hemos partido del punto donde se quedó Fever.

Usa su lenguaje sensual

El lanzamiento de Body Language ha estado precedido por un primer single firmado por (¡sorpresa, sorpresa!) ella misma: ?Es una introducción perfecta para este álbum?, dice. ?Su aparente simplicidad lo convierte en algo memorable. Es una canción única, completamente diferente de lo que normalmente se oye por la radio. Me gusta de verdad y me siento extremadamente orgullosa de que sea una de mis canciones la que se use para lanzar este álbum?.

En el disco, hay una canción que se llama ?Chocolate?. ¡Vaya título!

¡Soy adicta al chocolate! Siempre desayuno un cruasán de chocolate...

A ver si te vas a poner gorda...

¡Al contrario! Cuando paso una temporada estresada, como ahora, lo primero que se me olvida es comer. Pero me gusta mucho la buena mesa.

¿Por qué te has venido a grabar a Málaga?

Quería trabajar en varias ciudades con varios productores y compositores. Mi productor dijo que había un estudio muy bueno en Málaga. Estuvimos a finales de verano y... ¡tienen un cocinero espléndido!... Daba vueltas por la cocina como una avispa a ver qué me podía comer.

Para el video de ?Slow? has venido a Barcelona.

Fue cosa del realizador. Necesitaba una localización especial y descubrió las piscinas de la Ciudad Olímpica. El disco refleja mi vida ahora que soy una mujer de 35 años. He frenado bastante el ritmo: Algunos se preguntarán: ?¿Dónde están las canciones marchosas??. No hay canciones bakaladeras aceleradas en este disco. Diría que las canciones son más maduras, pero no por eso aburridas...

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Historia y ejemplo

El pasado 13 de octubre. Es un libro que trata de su vida. ?Hemos intentado hacer una especie de autobiografía. He escrito algunas cosas, pero la mayor parte del texto es de mi estilista, William Baker. Es un histérico que ataca muchas cosas con las que yo no osaría meterme. Me conoce muy bien y tiene mucho sentido del humor. Intentamos dar una idea de nuestro proceso creativo, nuestra vida en la carretera y la cara que tengo al final de un día que me ha dejado harta de todo?. El libro tiene 288 páginas, Kylie sale muy mona y cuenta muchas cosas de su vida con su propia letra. Lástima que su caligrafía no sea exactamente modélica.

En el año 2000, Kylie, una de las más hábiles mujeres de negocios del mundo pop, lanzó, sólo en su país natal, una marca de ropa interior femenina. Como Kylie tiene tanto éxito, todas las chicas quieren ser como ella y se supone que querrán llevar sus bragas, sostenes y tangas pensando que, si algún día se cruzan por la calle con, por ejemplo, Russell Crowe, el actor va a caer directo en sus brazos.

Kylie había grabado, sin cobrar ni un céntimo, un anuncio para Agent Provocateur. En él, salía montada en un toro mecánico llevando prácticamente nada, meneándose muy provocadora y jaleando a los hombres del público. Por cierto, que lo hacía muy bien y estaba muy mona y su emisión fue prohibida por las autoridades británicas.

Naturalmente, dio mucho que hablar y Kylie tuvo la genial idea de lanzar su propia línea de ropa interior. Los malpensados creemos que la exhibicionista Kylie sintió que había encontrado una nueva plataforma en los anuncios de ropa interior para lucir su menuda, pero bien proporcionada, anatomía.

En el año 2000, los almacenes Myer/Grace Bros, donde salió a la venta su colección, se vieron inundados por una marabunta de chicas comprando las prendas marcadas con el corazoncito que es el logo de Love Kylie. La colección de otoño se vendió en más sitios. Las prendas de la marca están diseñadas por la diva, que dice: ?Aquí quiero un lacito, esto transparente y esto color rosa?, pero son confeccionadas por buenísimos corseteros profesionales en las mejores fibras.

Come hombres

Si lleva dos décadas siendo el oscuro objeto del deseo del género masculino anglosajón no es de extrañar que tenga un historial de relaciones sentimentales bien surtido y muy jugoso. Danii es la hermana pequeña de Kylie y la conoce bien: ?A Kylie le gustan los retos. Necesita a alguien que le estimule intelectual o artísticamente... Y le van mucho los golfos?. Reconozcamos sus derechos a la víbora que llevamos dentro. Éstos son los hombres de su vida:

-Michael Hutchence: Líder de INXS, grupo decisivo en el proceso que convirtió la música en sinónimo de ?merienda de negros?. Se formaron en 1981 y parecían modelos en vez de músicos. En 1990, Michael coincidió con Kylie. Pasaron juntos quince tórridos meses durante los que él se dedicó a corromperla. ?Me enseñó mucho sobre la vida y también sobre la muerte?. Joaquín Luqui los descubrió juntos en el Palace. En 1997, cuando dejó de tener éxito, Hutchence se ahorcó con su cinturón.

-Zane Odonell y Mark Gerber: Ambos modelos. Después de romper con Michael, Kylie se consoló con varios chicos guapos.

-Stephane Sednaoui: Fotógrafo y realizador de videos. Ha fotografiado y grabado a las estrellas más rutilantes del pop: Madonna, Björk, Neneh Cherry, Isaac Hayes, etc. ?Acabo de verle en Nueva York. Todavía nos queremos mucho, aunque no tanto como al principio. Por eso nos separamos?. Kylie reconoce que sólo dos hombres han dejado huella en su vida, Michael y Stephane.

-Tim Jeffreys: Playboy inglés, dueño de una galería de arte. Tiene más de cuarenta años y ha estado liado con todas las modelos, actrices o simples chicas guapas que han estado de moda en algún momento: Elizabeth Hurley, Natalie Imbruglia? y, por supuesto, Kylie Minogue.

-RupertPenry Jones: Actor inglés con el que representó una versión musical de La tempestad de Shakespeare en las Barbados. Cuando se es tan famosa como Kylie, los rumores vuelan.

-William Baker: Es el estilista de Kylie, el que le ha dado ese aire chic y saca lo mejor de ella en cada aparición. Igual que su jefa, es un gran fan del glamour hollywoodesco de los 30 y del kitsch del peor gusto. Parece increíble, pero la combinación funciona. Cuando conoció a Kylie, William tenía 19 años y era un fan enloquecido: ?La acosé con mis ideas. Supongo que la sorprendí y que no tenía nada mejor que hacer ese día. Acabamos tomando café?.

James Gooding: Modelo varios años más joven que ella. ?Estuvimos muy unidos y creo que nos queríamos de verdad. Nos esforzamos en mantener la relación, pero nos distanciamos?. Era chatito y muy mono. Juntos se paseaban en la motoneta que les regaló Russell Crowe. Pero las otras chicas no dejaban de importunarle y James cometió el error de jactarse de sus conquistas. Kylie le mandó a la porra. Él se tomó un cóctel de drogas y acabó en el hospital a punto de no contarlo.

-Olivier Martinez: Su actual novio. Actor francés que aparece en S.W.A.T., Infiel, La Camarera del Titanic? Kylie estaba en un gimnasio de Los Ángeles y descubrió al chico más guapo que había visto nunca. Ni corta ni perezosa, se acercó y le dio sus números de teléfono. ?Sé quién eres?, le dijo él. Al día siguiente, la llamó. Cuando estuvieron en París, la llevó en moto por toda la ciudad y no apartó un segundo la vista de ella en el concierto de presentación de Body Language. Parecen felices.

FUENTE: El País

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