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WASHINGTON, EU.- Una nueva estrategia de Estados Unidos, consistente en el envío del armamento más poderoso y los barcos más modernos de vigilancia de la Armada, en operaciones conjuntas con las unidades de combate de los infantes de Marina fue exitosa en una operación contra el contrabando en Iraq.
Ahora, la estrategia podría ayudar en la llamada guerra contra el terrorismo, dijeron algunos oficiales.
El cambio en las tácticas y el entrenamiento para los infantes de Marina y las embarcaciones de la Armada, que han trabajado desde hace tiempo en las mismas operaciones pero no como una unidad combinada en algún lugar del mundo, representan parte de una reestructuración de los servicios de seguridad del país, luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.
En la operación en Iraq, los infantes de Marina buscaron en tierra los escondites de los presuntos contrabandistas, mientras compartían con los navíos de la Armada información de inteligencia. Como resultado, ambos equipos capturaron sospechosos en mar y tierra, dijo el coronel Michael Regner, comandante de la 13 Unidad Expedicionaria de Marina, que tiene su base cerca de San Diego.
Los equipos de reconocimiento en la costa obtuvieron imágenes de los supuestos traficantes de petróleo, cobre, ganado e inmigrantes. Enviaron la información a los barcos, dijo Regner al detallar la operación del mes pasado.
Varios barcos fueron descubiertos y los traficantes enfrentaron procesos ante un juez iraquí llevado al barco.
La 13 Unidad Expedicionaria de Marina es parte del primer Grupo Expedicionario de Ataque en la historia, el cual combina los tres navíos que transportan a los infantes con un crucero, un barco de ataque, una fragata y un submarino, a fin de emplazar una fuerza flexible que pueda actuar en forma independiente.
En el pasado, los infantes de Marina viajaban sólo con las tres embarcaciones de las tropas, en algo conocido como un Grupo Anfibio.
“Ello no infundía la capacidad letal que uno necesita para ser efectivo en la guerra global contra el terrorismo, dijo Regner.
Los dos mil infantes de Marina bajo el mando de Regner han entrenado para 29 escenarios distintos, desde el desalojo de una embajada sitiada hasta la provisión de alimentos para las víctimas de un desastre o la toma de una playa estratégica.
Sin embargo, para ayudar en el combate del terrorismo, Regner dijo que ha dado a sus infantes de Marina un entrenamiento adicional, a fin de que puedan enfrentar a traficantes o abordar embarcaciones en alta mar.
“En mi opinión, muchos terroristas se desplazan por rutas marítimas en la actualidad”, dijo.
En el futuro, dos navíos ESG recorrerán los océanos del mundo, 365 días al año. Uno será mantenido en el Atlántico o el Mediterráneo y el otro en el Pacífico o el Índico.
Los infantes de marina de Regner ensayaron recientemente el desembarque con vehículos anfibios, así como acciones de infantería, en una rocosa playa de Djibouti. Dijeron que la posibilidad de contar con los navíos adicionales les ayudaría en el caso de realizar un ataque de precisión contra terroristas.
“Si realizamos una operación, tradicionalmente no colocaríamos artillería en tierra, pero con el fuego naval tenemos ahora apoyo”.
dijo el capitán Eric Hamstra, comandante del primer Batallón y primer Regimiento de Marina. “Tendremos también una mayor capacidad de inteligencia”.
