Sergio Luis Rosas
Torreón, coah.- "A mi parecer le faltó más planeación a Vaqueros Laguna en el "beisbol de estufa", reforzar bien el cuerpo de pitcheo para la temporada 2010, pues ofensivamente no hay de qué hablar, el equipo empezó bateando fuerte y en los primeros cinco juegos había anotado más de 50 carreras", lo anterior fue declarado por Diego Montemayor López, ex manager del equipo Centenarios de Gómez Palacio.
Reconoció que Vaqueros fue un equipo muy ofensivo, pero no reforzó su pitcheo y fue inconsistente. Juan Delgadillo tardó en encontrar su ritmo y cuando llegó a obtenerlo se lesionó y dejó de jugar el resto de la temporada.
Estimó que el dominicano Darío Veras no tuvo el mismo desempeño del 2009, aunque se le presentaron varias oportunidades de salvamento y las perdió.
"Los demás lanzadores fueron un albur, Alberto Manrique no entró en ritmo en toda la temporada. José Luis Ibarra, con grandes cualidades para triunfar, tuvo problemas en sus salidas", puntualizó Montemayor López.
Esperaba que en la segunda vuelta el manager Derek Brayant hiciera los ajustes necesarios para pelear por un boleto para el playoff, como en el 2009, pero en eso vino su salida, y en lugar de mejorar el equipo, empeoró.
"Uno sabe como beisbolista, que el hilo se rompe por lo más delgado, pero en esta ocasión la directiva se equivocó al tomar la decisión de despedir a Bryant", precisó.
En cuanto al bicampeonato conquistado por Saraperos de Saltillo, manifestó que mantuvo la base del equipo que obtuvo el título en el 2009 y el pitcheo le funcionó todo el año, con las altas y bajas normales que hay siempre, pero siempre estuvo en zona de pelea, aunque al final de la temporada estuvieron a punto de no calificar.
Comenzaron la temporada con el dominicano Sandy Madera y lo cambiaron por el venezolano Willy Romero, quien tuvo un cierre espectacular de temporada y fue la "bujía" de Saraperos en el playoff final.
"El momento clave de Saltillo para conseguir el bicampeonato fue el juego sin hit ni carrera que lanzó Héctor Daniel Rodríguez en el quinto juego de la serie contra Diablos Rojos del México, cuando Saraperos iba abajo en la serie tres a uno. Ese triunfo fue una "pipa de oxígeno" y levantó el ánimo del equipo y lo llevó hasta la gran final contra Pericos de Puebla, eliminando previamente a Diablos y a Sultanes de Monterrey", concluyó.
