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Blue Panther, luchador y médico por vocación

Genaro Vázquez cambia sus garras de pantera azul por agujas para curar en su consultorio de acupuntura a cerca de 60 pacientes.  (Fotografías El Universal)

Genaro Vázquez cambia sus garras de pantera azul por agujas para curar en su consultorio de acupuntura a cerca de 60 pacientes. (Fotografías El Universal)

EL UNIVERSAL

Genaro Vázquez ayuda con la acupuntura.

MÉXICO, DF.- ¡Pásele, pásele, acá las comidas! El pequeño Genaro Vázquez se desvive por atraer gente a la fonda de su madre en el mercado José Ramón Valdez, en Gómez Palacio, Durango, un pueblo lleno de necesidades.

Es ahí, bajo las mesas de madera, donde dormía entre envases de refrescos cuando le ganaba el sueño, en esas mañanas en que iba a la escuela con sólo "un vaso de atole y un bolillo con frijolitos" en la panza, cuando Genaro, mucho antes de convertirse en "Blue Panther", supo que quería ser médico para ayudar a la gente.

Aquel sueño de infancia hoy lo ve cristalizado en su consultorio de acupuntura, donde atiende a cerca de 60 pacientes. Un espacio de salud donde cambia sus garras de pantera azul por agujas para curar.

"Siempre quise ser sanador. Por las carencias que tuve en mi niñez me di cuenta que un médico es una persona respetable, preparada, que ayuda a la gente. Yo nací para esto", comenta el maestro lagunero.

"Panther" es otro con su bata blanca. Muestra emocionado la espiral de la salud que pende del techo, sus esquemas del cuerpo humano con puntos acupunturales, sus estatuillas que representan el trabajo, la sabiduría y la abundancia.

Detrás de su escritorio lo escoltan soberbios reconocimientos del Instituto Alcocer de Medicina Tradicional China y Acupuntura, y una foto panorámica de un congreso internacional en la que aparece también el luchador Villano V.

"En enero de 2007 empiezo a practicar la acupuntura y apenas tengo dos meses con este espacio de salud", donde lo visitan algunos gladiadores.

Los jueves es el auxiliar del maestro Tomás Alcocer en su instituto, donde ayuda a personas que tienen desde cáncer hasta hemiplejías y parálisis cerebral.

"Abajo del ring es una persona noble, tranquila, detallista, no se desespera. Cuando lo vemos en la clínica no pareciera que haya gente tan concentrada y humana, siempre animando al paciente", expresa de él su maestro Alcocer.

Otra de sus cualidades es la entereza. "Él es fuerte, debemos tener la fortaleza para no entristecernos con las hemiplejías o alteraciones cerebrales, él tiene la cualidad de estar equilibrado siempre", cuenta el doctor, al tiempo que asegura que "Panther" es muy buscado por los niños, pues se sienten inspirados por él.

El especialista en medicina tradicional china también le augura un buen futuro a su pupilo. "Ha alcanzado un buen nivel académico y está muy interesado en dar alivio a través de la acupuntura. Tiene un sentido muy humanista, es un ejemplo para los jóvenes que se han desviado del camino, un ejemplo en el deporte y en la superación académica".

Genaro ya ha tenido muchas satisfacciones. A su consultorio, recuerda, llegó un niño con un trauma sicológico. "Con ayuda de la delfinoterapia, ya pudo dormir tranquilo".

A la memoria se le viene también el caso de un pequeño con parálisis cerebral. "Él no podía sostener los aparatos para recibir las frecuencias electromagnéticas. Así que pedimos a su padre que se quitara la camisa, abrazara a su hijo y a través de él le dimos la terapia. Está muy mejorado".

Tener contacto con Blue Panther y adentrarse en su consultorio es un pasaporte directo a la tranquilidad.

Se respira paz

- ¿De dónde le sale tanta paz?

- Mi familia y yo tenemos paz emocional que nos ha llevado dentro de este caminar en la vida. Nos hemos unido a gente con un tao (tranquilidad espiritual) impresionante, nos gusta ver las cosas con esa filosofía y ayudar a la gente.

Su alma está nutrida con lecturas del Dalai Lama, Deepak Chopra, hindú pionero de la medicina cuerpo-alma; Anthony Robbins, escritor de superación personal y de las historias de Paco Ignacio Taibo.

Además no bebe ni fuma. "La única vez que lo hice fue en la secundaria, cuando me fui de pinta y casi me ahogo con el humo", comparte.

Con este ejemplo de vida, cualquiera podría verlo como un maestro, pero él no se siente así.

- Para nada. Le debo mucho a la vida, a la gente que ha estado conmigo en las duras y en las maduras, como mi maestro Tomás Alcocer y mi amigo Mario García Orozco, gente que tiene un don, una actitud positiva. Aquí no hay maestros, aprendo de la humildad, de la honradez, de la gente que se quita el taco de la boca para darlo a quien tiene caviar en la mesa.

- ¿Y en la lucha libre?

- Sobre el ring ni tocar palabras de maestro. Yo soy un discípulo más de la lucha libre, soy el que aprende de esas grandes figuras que durante tantos años estuvieron en los grandes carteles.

Sin embargo, no niega que le gustaría transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones, "pero con gente que tenga actitud de luchador y la humildad del ser humano. Sin humildad no puedes aprender lucha libre. Aquí hay muchos compañeros que tienen una hiper soberbia, que no se quitan el traje ni con la familia".

El ser humano, su superhéroe

Blue Panther es solidario con quien puede ayudar. n Los luchadores son, para muchos aficionados, como superhéroes. Y Blue Panther cuenta cuál es el suyo. "Mi superhéroe es con quien me identifico que puedo aportarle algo para que siga alimentándose, y ese es el ser humano, al que apoyo para que sea mejor".

n Pero su admiración ya tiene dueños: Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa, y Ernesto Guevara. "El Ché se quitaba la camisa para dársela a otro, siempre iba por el triunfo o la muerte, no por medias tintas", dice.

n "Son gente que marcan que sí se puede hacer las cosas con honradez, y eso he tratado de inculcarle a mis hijos, que tengan un trabajo digno y que tengan más capital humano que económico".

n Si algo disfruta es a su familia. "Soy mandilón, me encanta estar con mis hijos, con mi esposa, la acompaño a dejar a los niños y al tianguis".

Blue Panther tuvo una infancia llena de carencias, pero soñaba con ser médico, y en la acupuntura encontró su vocación.  (Fotografías El Universal)
Blue Panther tuvo una infancia llena de carencias, pero soñaba con ser médico, y en la acupuntura encontró su vocación. (Fotografías El Universal)

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