Cada vez son más comunes los préstamos con intereses entre los compañeros de trabajo.
Economía
Por lo menos tres conflictos de esta índole se presentan a la semana ante la Condusef sin que se pueda hacer nada para resolverlos.
Durango. Por lo menos tres casos de conflictos con agiotistas a la semana se presentan ante la Condusef sin que se pueda hacer nada para resolverlos. Dicha actividad ha cobrado mucho auge en las empresas, donde quien tiene más recursos presta dinero con altos intereses.
Francisco Esparza Hernández, delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), dijo que desafortunadamente los agiotistas no son regulados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y por esa misma razón la instancia que representa no tiene facultades para intervenir con ellos.
Hasta en el trabajo. La actividad es preocupante porque ya no solamente opera el clásico agiotista del barrio o la colonia, pues inclusive en los centros de trabajo donde hay mayor concentración de obreros, quien tiene más recursos se dedica a hacer préstamos.
Algunos lo hacen sobre el 10 ó 15 por ciento de intereses mensual, lo que es sabido porque hay personas que acuden a las oficinas de la Condusef con problemas económicos debido a que son rebasados por los altos cobros y buscan el apoyo que desafortunadamente no se les puede dar.
Regulación necesaria. Esparza Hernández comentó que la Comisión Nacional Bancaria debiera regular este tipo de actividad y el Poder Legislativo mantener un mayor control, pues en determinado momento es mejor que los agiotistas se conviertan en sofoles, sofomex o hasta en una casa de empeño, pues aunque esta última alternativa maneja intereses muy elevados, de alguna manera pagan impuestos y es regular.
Francisco Esparza mencionó que es difícil detectar la cantidad de personas que recurren a los agiotistas en Durango, pero por lo menos tres personas acuden a la semana a la Condusef, con problemas económicos derivados de este tipo de créditos.
Incluso hay a quienes el problema se les duplica, pues además deben a otras instituciones de crédito, porque recurren al agiotista para liberarse de la presión de los bancos, o al revés, mencionó el entrevistado.
Daniel Estrada
Datos
Los agiotistas no son regulados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y, por esa misma razón, la Condusef no tiene injerencia para intervenir con ellos.
Ahora, en los centros de trabajo donde hay mayor concentración de obreros, quien tiene más recursos se dedica a hacer préstamos.
Hay personas que acuden a Condusef con problemas económicos debido a que son rebasados por los altos cobros de los agiotistas, pero no se les puede ayudar.
Para el Delegado de la Condusef, es mejor que los agiotistas se conviertan en sofoles, sofomex o hasta en una casa de empeño.
