Héctor Raúl Mancilla Garcés, un chileno, o sea, un extranjero, es el campeón de goleo del futbol mexicano. Solamente 11 goles le bastaron para ser el mejor de los delanteros de nuestro futbol, que desde hace tiempo pasa por una sequía en la producción de goleadores.
El último mexicano que logró este honor fue Omar Bravo, quien en el Clausura 2007 consiguió los mismos 11, que fueron suficientes para ser el mejor delantero, honor que anteriormente lo tuvo Jared Borgetti en dos ocasiones y luego aparecieron solamente extranjeros.
Esto de producir goleadores parece no preocupar mucho a los clubes mexicanos, que con su actitud parecen conformarse con traer de fuera, algunas veces muy caros, quienes se encargan de anotar los goles, pagando algunas veces en dólares.
Esperamos que esta medida tomada en la Federación Mexicana de Futbol, por exigir en adelante contratos tasados solamente en pesos mexicanos, obligue a los equipos naconales a poner más atención en algunos renglones, como producir goleadores.
Y es que esto de burlar las zonas defensivas y las habilidades de los porteros, para poder anotar goles, no es cosa fácil, se requiere viveza, capacidad y unas cualidades especiales para hacerlo. Ya no son los tiempos de Enrique Borja, que se dedicaba a cazarlos.
Por algo surgieron jugadores tan especiales como Pelé y como Armando Maradona, quien hasta con la mano los marcaba. Entonces, no hay de otra que ponerle más atención a los que tienen facultades en la delantera, o seguir pagando sueldos estratosféricos a los foráneos.
