El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, inauguró esta mañana la 63 Asamblea General del organismo con un llamado a 'restaurar el orden en los mercados financieros internacionales'.
En un discurso ante altos dignatarios de los 192 países miembros del organismo que esta semana desfilarán por la tribuna de la ONU, Ban dijo que el mundo 'está al borde de una gran transición' porque tiene 'grandes y complejos retos por delante'.
Las palabras de Ban se producen en medio de la volatilidad que enfrentan las principales bolsas de valores del mundo debido a los problemas financieros en Estados Unidos.
'Enfrentamos una crisis financiera global. Una crisis energética global. Una crisis alimentaria global', señaló Ban al precisar que los desafíos actuales afectan a la comunidad internacional en su conjunto, nadie escapa, por lo que pidió unión para enfrentarlos 'con liderazgo global'.
'El mundo está al borde de una gran transición. Nuestro planeta ha cambiado. Los problemas son cada vez más complejos y corremos el peligro de perder de vista esta nueva realidad. Esto podría ser trágico', manifestó.
'La crisis financiera global pone en peligro todo nuestro trabajo: el financiamiento al desarrollo, el gasto social en naciones pobres y ricas, las Metas del Milenio', señaló al referirse al tema que acapara los últimos días toda la atención mediática tras la debacle de Wall Street.
Por ello, destacó a unir esfuerzos entre todos para 'restaurar el orden en los mercados financieros internacionales'.
'Necesitamos un nuevo entendimiento sobre la ética empresarial, más compasión y menos fe ciega en la ‘magiaí de los mercados', señaló en alusión a la caída de los mercados bursátiles alrededor del mundo, un efecto contagio originado en Estados Unidos.
'Y debemos pensar sobre cómo el sistema económico mundial debería evolucionar para reflejar mejor los cambios de realidad de nuestro tiempo', apuntó.
Durante su discurso, se refirió también a la crisis causada por el aumento del precio del petróleo y de los alimentos.
'Los países ricos se preocupan por la recesión, mientras que los más pobres no pueden ni siquiera comer', manifestó desde la tribuna de la Asamblea General.
En este punto, llamó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para avanzar en la consecución de las Metas del Milenio, para lo cuál ha convocado una reunión de Alto Nivel para este jueves.
Las promesas hechas no se han cumplido', recordó.
También se refirió a la lucha contra el cambio climático, a los conflictos armados, citando la delicada situación en Afganistán, Somalia, República Democrática del Congo, Irak, Sudán y Georgia, al combate a epidemias como la malaria, el Sida o la mortalidad infantil y materna.
De pasada habló unas frases sobre el terrorismo global y la necesidad del desarme nuclear.
En la última parte de su intervención, destacó otra de sus prioridades: reformar el sistema de Naciones Unidas.
'Necesitamos cambiar la cultura de la ONU. Debemos ser más rápidos, más flexibles, más eficaces, más modernos', señaló, en orden de enfrentar los nuevos desafíos.
Y en este punto, urgió a los países miembros a cumplir con sus responsabilidades y sus promesas. 'Ustedes, los estados miembros, deben rendir cuentas a cada uno de ustedes y a la propia Organización', recordó.
Así, subrayó que no sirve de nada 'aprobar resoluciones con ambiciones, operaciones de paz sin (aportar) las tropas, el dinero y el material necesario'.
'No podemos reformar esta vital organización sin proveer los recursos necesarios para ello', manifestó.
'Tenemos delante de nosotros una gran oportunidad. Tenemos muchas razones para ser optimistas. Las incertidumbres de hoy pasarán. Los retos por delante los hemos creados nosotros, por eso los podemos resolver, juntos', concluyó.
