La etimología es la raíz de las palabras, o podemos decir con propiedad que la etimología es la historia de las palabras y como las palabras representan cosas, la etimología es la historia de las cosas.
Ese frasco metálico muy arropado que llevábamos con agua fresca a las excursiones, se llama cantimplora. El nombre viene del catalán canta i piora, que significa “canta y llora” que es lo que parece hacer cuando vacías el líquido: cantar y llorar. Ésa es su etimología. (1)
Tomemos otro ejemplo, el que tengamos más a la mano: una pluma. La pluma es un instrumento por lo general de plástico o metal que sirve para escribir. ¿Y por qué se llama pluma? Porque antiguamente se escribía con una pluma de ave que se iba remojando intermitentemente en un recipiente con tinta. Y como la pluma era una pluma de ave, entonces ya tenemos ahí una historia acerca de la forma en que se escribía antiguamente.
Estudiar las etimologías puede ser –si uno quiere- algo sumamente ameno. Cuando alguien le diga que está haciendo mucho calor porque estamos en la época de la canícula, usted puede darle un giro interesante a la conversación si pregunta qué es una canícula… Suena como a canica, pero no, no es nada de eso.
La canícula se llama así, porque este tiempo caluroso coincidía con la aparición en el cielo, junto a la constelación del Can Mayor, de otra pequeña constelación que los astrónomos consideraron era como la hija de ese can, de ese perro. Entonces le llamaron la can pequeña… la canícula que es como decir la perrita.
Entonces ya quedó establecido que en la época en que aparecía la “perrita” en el cielo, era cuando hacía más calor. Creo que todavía aparece, sólo que las condiciones meteorológicas han cambiado y ahora aparece un poco más adelante.
Las etimologías de nuestro idioma son principalmente latinas porque el español proviene básicamente de esa lengua, del latín. (2) Pero además nosotros en México tenemos nuestra herencia náhuatl y hay muchas palabras de nuestro vocabulario que son de ese origen.
Tenemos por ejemplo el caso de los Chichimecas, uno de los pueblos anteriores al Imperio Azteca. Chichi en náhuatl significa perro y mecatl, pues es mecate, cuerda, pero se aplica también a la ascendencia genealógica.
Entonces, de acuerdo con sus etimologías, el nombre de los chichimecas se interpreta como el que “sus antepasados eran perros” aunque debo aclarar que lo de “perros” no tenía entonces una connotación (3) despectiva o humillante como ahora.
A veces la etimología de una palabra nos lleva a situaciones muy curiosas. Por ejemplo en el caso de la palabra camarada que se deriva de cámara que es un aposento, una alcoba. Entonces los camaradas son dos que comparten la misma cámara, o sea que duermen juntos…
Y yo digo ¡cuidado! Así empiezan los chismes.
Por si las dudas
1. Etimología. La etimología de la palabra etimología es verdadera. No quiero decir que las demás sean mentira. Lo que pasa es que el vocablo proviene de “etimos” que significa “verdadero”. Entonces la etimología es el sentido verdadero (original) de la palabra.
2. Latín. El latín era el idioma de los latinos que después fueron los romanos. Se llamaban latinos porque provenían de la región del Lacio.
3. Connotación. Sentido o significado de una palabra o de un concepto.
Pregunta: ¿Hay un nombre especial para la fobia a los gatos?, Carlos Alberto Peña.
Respuesta: Bueno, con las fobias como en muchos otros casos, las palabras van haciéndose según se requieran. La fobia a los gatos podría llamarse felinofobia. Hay también la acrofobia (terror a las alturas) la hidrofobia (horror al agua, como los perros cuando tienen rabia) la xenofobia que es la aversión a los extranjeros y como le digo, la palabra puede hacerse según la necesidad. Si alguien por ejemplo le tiene aversión a los ingleses se diría que tiene anglofobia y así sucesivamente.
Frase loca… de remate
El amor es una extraña lotería: o los dos pierden o los dos ganan. ¡Hasta mañana!
