DESCANSA
EN PAZ HUGO
Después de la hecatombe que significó la eliminación de ese grupo de incompetentes muchachos que pretendían asistir a los Juegos Olímpicos, la incredulidad y la estupefacción han hecho presa de todos los dirigentes involucrados en el plan de Selecciones Nacionales, Decio de María y Justino Compeán son los más afectados, otros, todavía groggys por el impacto sufrido, declaran joyas como lo dicho por nuestro paisano Guillermo Cantú, director de Selecciones Nacionales. “Es una experiencia positiva”, ¡madre de Dios!, de dónde, por más que le busques le vas a encontrar lo positivo a la participación de nuestro seleccionado nacional en un torneo de ínfima calidad y ni siquiera llegar a disputar una de las semifinales. Lo mejor es guardar respetuoso silencio ante el cadáver de la preolímpica, despedir ipso facto al goleador metido a técnico e iniciar de cero a dos años del primer mundial en África.
Por su parte, Hugo Sánchez pide que se le dé el mismo trato que a su antecesor, porque, según Huguito, él también sufrió fracasos y le respetaron su ciclo hasta terminado el Mundial. Sánchez sin duda se encuentra en estado de shock y no se atreve a dar el único paso posible, entregar su renuncia y dejar que otro técnico, quien quiera que sea, se integre al grupo y, con el debido respeto, sea uno más, que los futbolistas lo vean como un aliado y no como alguien que constantemente les esté recordando lo grande que él fue y todo lo que ganó, y en base a repetir videos de sus goles hasta la náusea pensar que los chavos se van a llenar de carácter, determinación y sobre todo talento. Lo único que provocó Hugo fue presionar a los muchachos, llenarlos de temor al fracaso.
La presión de los medios debe ser absorbida y manejada por la cabeza del grupo, es decir, el entrenador, y no compartirla con sus dirigidos, los cuales su única obligación es salir a la cancha con la mente de jugar, divertirse, hacer lo que saben sin distracciones, como las provocadas por su técnico, que arroja su saco, reclama a los árbitros sin ningún sentido y se escuda en declaraciones cada día más lamentables.
Será hasta el 31 de este mes, en el pleno del Consejo Nacional, cuando a Hugo le dicten sentencia, que deberá ser su cese fulminante, entonces lo mejor que puede hacer el pentapichichi es retirarse a su casa de Cancún, en donde, por cierto, en un alarde de prepotencia obligó a los directivos nacionales a aceptar que se llevara a sus seleccionados a repetir un trabajo de pretemporada en playa que ya habían realizado apenas unos días atrás con sus respectivos equipos, provocando el endurecimiento físico de sus muchachos, con el lamentable resultado ya visto, y todo para estar cerca de su casa con los gastos pagados y alimentando su cada vez más patético ego.
Tanto La Volpe como Hugo son dos gigantescos vanidosos, uno sabe más de futbol que el otro, de esto no hay duda, pero los dos comparten otra cosa, y es su nulo manejo de grupo, creen que en base a que los vean como dioses bajados a la cancha tienen lo suficiente para llevar al éxito a sus dirigidos, nada más falso. Son tipos alejados, distantes, que dirigen desde su particular Monte de Olimpo, al diablo con los dos, hay técnicos en México como Miguel Herrera o “Tuca” Ferreti que llegan a ser realmente estimados por los jugadores, sin caer en los extremos de Enrique Meza, que su bonhomía fue aprovechada por algunos tiburones de la cancha que abusaron de su don de buena gente y se estuvo a punto de ser eliminados de Japón/Corea. Miguel y “Tuca” saben ser duros cuando se requiere pero siempre anteponen el respeto y estimación a sus futbolistas, y, por supuesto, el mejor ejemplo del amigo-técnico, en la mejor extensión de la palabra, es el actual entrenador del Atlético de Madrid, Javier Aguirre, que lo primero que dijo cuando fueron eliminados por los Estados Unidos en la Copa del 2002 fue que se equivocó en su planteamiento; del Aguirre de aquella época al actual se tiene a un entrenador de talla internacional, este sí y no el alucinado de Sánchez, aprovechémoslo, tráiganlo terminando la Liga española, y las probabilidades de ese soñado quinto juego en un Mundial renacerán sin duda alguna.
