Los narcotraficantes se disputan ahora el Distrito Federal. La capital del país es hoy una plaza codiciada: mientras el Cártel de Sinaloa realiza operaciones de trasiego de droga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Cártel del Golfo extiende sus redes de inteligencia con la presencia de células, como las que integran sus espías conocidos como "Los Halcones".
Averiguaciones previas en curso en la Procuraduría General de la República (PGR), dan cuenta de estas actividades de las organizaciones criminales.
Un informe de la dependencia, revela que durante los dos últimos años el Cártel del Golfo comenzó a reclutar taxistas –como lo ha hecho en otras entidades del país-, como vigías de las actividades de los cuerpos policiacos.
El ex militar Luis Reyes Enríquez, alias "El Rex" o "Z12", lideró estas operaciones en el Distrito Federal, hasta que fue detenido en junio pasado, pero logró sumar a las filas de la organización a choferes de taxi, que "le apoyaban a realizar tareas de vigilancia y recolección de información", indica el documento, en un esquema similar al que aplicó el Cártel en estados como Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán y Coahuila.
Aunque el informe revela que esta célula de "Halcones" en el Distrito Federal, también ha sido utilizada por la organización para el arrendamiento de inmuebles y contar así con casas de seguridad desde las cuales operar en la ciudad de México.
Sin embargo, se indica también que debido a la detención de líderes como Reyes Enríquez, así como de integrantes de "Los Halcones" en otras entidades del país, el Cártel ha modificado su esquema de reclutamiento de vigías y ha incorporado a sus redes a boleros, voceadores e incluso vendedores ambulantes, de acuerdo con las líneas de investigación que sigue la PGR.
Esta estructura, de acuerdo con el informe, además del Distrito Federal se está extendiendo a otras plazas como Chiapas, Guerrero, Quintana Roo "y en menor medida a Oaxaca".
EL TRÁFICO AÉREO
La PGR también investiga las operaciones de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa, que presuntamente está relacionado con decomisos de cocaína y precursores químicos en la terminal aérea de la Ciudad de México, registrados el último año.
Durante 2007 se han incautado 12 toneladas de efedrina y seudoefedrina en el aeropuerto, cargamentos que han sido localizados en instalaciones de la aduana y 5.5 toneladas en almacenes de la aerolínea Lufthansa.
Las pesquisas indican que estas operaciones de narcotráfico derivaron en una ola de ejecuciones que se registró la semana pasada, en la que cuatro hombres fueron decapitados, presuntos trabajadores de la empresa Jet Service, que opera un recinto fiscal de la aduana del aeropuerto, y que transporta y almacena cargamentos de aerolíneas como Lufthansa e Iberia.
Autoridades de la PGR han revelado que trabajadores de Jet Service están sujetos a investigación, ante la sospecha de que forman parte de la nómica del Cártel de Sinaloa; pero también se indagan a empleados de la aerolínea alemana.
