‘Dean’ deja 10 muertos y 75 mil damnificados

Decretan estado crítico en Hidalgo, sufren daños 10 mil personas.

El huracán “Dean” se diluyó al atravesar México hasta convertirse en depresión tropical, pero a su paso dejó al menos diez muertos y cerca de 75 mil damnificados por las intensas lluvias y vientos que trajo consigo, según cifras provisionales dadas a conocer ayer por las autoridades.

Aunque los dos impactos de “Dean” sufridos por México el martes y el miércoles fueron menos virulentos de lo esperado, el primer ciclón tropical de la temporada en el Atlántico se cobró en las últimas horas las primeras víctimas mortales en el país.

En el estado central de Hidalgo, una mujer y su hija quedaron atrapadas en su casa por el derrumbe de un cerro, mientras que en Puebla, también en la zona central, cuatro personas perdieron la vida, dos de ellas menores de edad, por otro deslizamiento de tierra y un anciano falleció al caerle un muro.

Otros dos muertos fueron encontrados en el estado occidental de Jalisco, uno al quedar soterrado bajo su casa y otro electrocutado.

El campesino Salvador Velazco Mendoza, de 44 años, murió ahogado en Tlalchichica, municipio de Tlacolulan (Veracruz), cuando fue sorprendido por la corriente de un río, dijeron a la prensa fuentes del Ministerio Público.

Veracruz fue el sitio por donde el miércoles entró por segunda vez al país el huracán y donde se esperaban los efectos más devastadores por la orografía del territorio, que tiene mar y montaña, y un sinfín de ríos y afluentes.

A los diez muertos que deja el meteoro por su paso en México se suman otros nueve en Haití, seis en República Dominicana, tres en Jamaica, dos en Dominica y uno en Santa Lucía.

El presidente Felipe Calderón, visitó ayer Veracruz y el interior de Hidalgo, también golpeado con fuerza por el ciclón, para comprobar personalmente la situación.

Calderón destacó la “unidad” y la “capacidad de coordinación” exhibidas por las autoridades y los ciudadanos frente al huracán “Dean”, que calificó de “severo”.

En Veracruz, la cifra de damnificados asciende a 61 mil 408, unas 15 mil 352 familias, y 16 mil viviendas han quedado dañadas en colonias o comunidades del estado.

Además 53 de los 212 municipios veracruzanos sufrieron los mayores daños, la mayoría ribereños, mientras que 15 carecen de energía eléctrica y padecen cortes en el servicio telefónico.

A lo largo de la costa de Veracruz unas cinco mil hectáreas con cultivos de plátano han sido arrasadas por el viento.

Castiga a Hidalgo

En Hidalgo el Gobierno decretó 24 horas más de “riesgo crítico” para esa entidad tras el paso del huracán Dean que ocasionó la muerte de dos personas y 10 mil damnificados en casi la totalidad de los 84 municipios y donde aún permanecen incomunicadas 130 comunidades de la Sierra, Huasteca y zona Otomí-Tepehua.

Cabe destacar que estas precipitaciones pluviales son consideradas ya por la Comisión Nacional del Agua como históricas para Hidalgo y como la lluvia máxima que se registró en todo el país con 94 milímetros y picos en Huehuetla de hasta 265 milímetros.

Lo anterior trajo consigo daños en mil 192 kilómetros de carreteras y 916 kilómetros de caminos rurales, afectaciones parciales y totales en cuatro mil viviendas, cabe destacar que 14 casas fueron totalmente arrastradas por el desbordamiento de la presa la Esperanza en Cuautepec.

El gobernador Miguel Ángel Osorio Chong, al hacer un recuento de las afectaciones precisó que Hidalgo resintió aún más el impacto de “Dean” que el de “Stan”, ya que dos personas murieron y dos más resultaron lesionadas, además de que 100 mil personas registraron daños en sus pertenencias, por lo que dijo que se emitió una declaratoria de emergencia a 61 municipios.

Tulancingo que fue uno de los más afectados aún permanece bajo el agua y donde la población recuerda lo sucedido en 1999; en este lugar se dañaron cuatro mil viviendas y resultaron afectados 85 mil habitantes el 45 por ciento del total del municipio ya que 25 colonias tuvieron inundaciones de hasta metro y medio de altura.

En Puebla al menos 3 mil 500 personas permanecen refugiadas y se calcula que 77 municipios resultaron afectados.

En el Estado de México, se desbordaron dos ríos, lo que causó inundaciones importantes en algunas áreas.

En el Distrito Federal seguirán las lluvias de baja intensidad las próximas horas, lo que mantiene a la ciudad en “alerta amarilla” (peligro moderado) con albergues y desalojos previstos en algunas zonas en riesgo, igual que se ha hecho en Monterrey, Nuevo León.

En Jalisco, las autoridades del estado revisan el nivel de las presas, que podrían ser vaciadas parcialmente si sigue lloviendo para evitar rupturas.

Finalmente en la península de Yucatán, la zona del Caribe mexicano donde pegó por primera vez “Dean” la madrugada del pasado martes, se informó ayer que el ciclón destruyó el muelle de cruceros de Majahual, el segundo más importante de México y que se requerirán seis meses para su reparación.

La Secretaría de Agricultura estimó ayer en al menos 210 mil las hectáreas agrícolas en riesgo de haberse visto afectadas en Yucatán, 150 mil de ellas de maíz y el resto de caña de azúcar, chile, papaya y plátano, en una primera evaluación que no incluye la zona de Veracruz y del centro del país.

Las autoridades minimizaron el impacto del huracán porque en muchos casos los campos que azotó ya habían sido cosechados y todavía no habían sido sembrados.

El Gobierno anunció ayer la entrega a cerca de mil pequeñas y microempresas de créditos con tasas fijas preferencias y plazos de dos a diez años, por mas de 20 millones de dólares.

Tras atravesar la península yucateca, donde arribó como huracán de fuerza 5 en la escala Saffir-Simpson de cinco niveles, “Dean” bajó de intensidad y cruzó el Golfo para adentrarse nuevamente al país con fuerza dos por el estado veracruzano.

Degradado a depresión tropical, el huracán “Dean”, se encuentra sobre el sur de Jalisco con rachas de viento de 40 kilómetros por hora (km/h), pero aún afecta a 19 estados de la República.

Llama Segob a no lucrar con apoyo

Ante las denuncias del uso proselitista de la ayuda para damnificados por el huracán “Dean”, el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, solicitó a las autoridades a no lucrar con el apoyo.

Aunque dijo que hasta el momento desconoce denuncias de este tipo, solicitó que no se cambie la ayuda de paquete o de bolsas que tienen logotipos oficiales a otras de color rojo.

El próximo 2 de septiembre habrá elecciones intermedias y el color es identificado como el que utilizó el actual gobernador Fidel Herrera hace tres años en su campaña.

Ramírez Acuña dijo confiar en que los partidos políticos no se aprovecharán de esta situación de emergencia para repartir con tintes partidistas los apoyos que otorgan los gobiernos en sus tres niveles.

El secretario de Gobernación aseguró que sí hay condiciones para llevar a cabo las elecciones intermedias y no habría necesidad de suspenderlas.

Atiende Calderón protestas

La desesperación comenzó a apoderarse de cientos de personas que entre llantos y a gritos le exigieron al presidente Felipe Calderón les ayudara a recuperarse después de haber perdido todas sus pertenencias, no sólo en Veracruz, también en Hidalgo, donde dos ríos se desbordaron.

Al mediodía, los cuatro helicópteros de la comitiva presidencial descendieron en un claro de Tecolutla, en medio del río y el mar. El alcalde José Emilio Luna, con rictus de angustia, ya esperaba al presidente para decirle que el 70% del poblado quedó dañado, se perdieron sus casas y se inundaron calles y cultivos de plátano y naranja.

“¡Queremos el apoyo presidente!.. ¡necesitamos agua, láminas!.. ¡nos quedamos sin nada..!”, pidieron colonos de Poza Rica, primer punto de la gira, augurio de lo que le esperaba al mandatario.

Horas más tarde, en Tulancingo, Hidalgo lo esperaba una turba enardecida porque sus casas quedaron metro y medio bajo el agua: “¡Llevamos un día y nadie nos ayuda... no hay que ser...!, no se vale... no se vale... llevamos horas esperando”, dijo una mujer antes de que se le cortara la voz por el llanto.

Ayer Calderón escuchó voces cargadas de coraje, de rencor, de decepción y de desesperación, también voces de tristeza y de pena porque el agua les llevó su poco patrimonio.

“Comprendo el escepticismo hacia las autoridades. Por lo que han vivido tienen razón en ya no creer en nada ni en nadie, yo asumo eso como un desafío y en un reto personal”, les dijo Calderón en Tulancingo.

Calderón también escuchó el coraje de las demandas, la denuncia contra las autoridades y la tristeza de quien exhibe, fuera de sus casa o lo que quedó de ellas, pedazos de muebles, colchones o ropa. El viernes, después de una evaluación, podría viajar a Puebla, donde también hay dolor y pérdidas.

HONEY, Puebla

‘Toda mi siembra se perdió’

Para los campesinos de la Sierra Norte de Puebla el paso de “Dean” no sólo es desastre.

En municipios como Honey, Pahuatlán y Tlacuilotepec, sus habitantes salieron de casa en busca de lo que el meteoro arrasó a su paso.

Tomás Ibarra, de 52 años de edad, se dedica a la siembra de maíz, pero como el ventarrón arruinó la siembra, se muestra decidido a recuperar por otros medios los recursos perdidos.

En pleno bosque de Honey recorta las ramas de decenas de árboles que derribaron las ráfagas de viento.

“Toda mi siembra se perdió, el viento dobló por completo la milpa y ni siquiera estaba madura la mazorca.

“Y si el mismo viento tiró los árboles, lo veo como un intercambio, porque puedo ocupar la madera para hacer leña, porque en los siguientes meses se va a necesitar mucho”, dice Tomás.

En Pahuatlán, camino a San Pablito, tres familias también miran entre las rocas de un río para recolectar ramas.

Ahora el caudal de ese afluente disminuyó y en donde arrojó su furia sólo se observan piedras secas, con unos cuantos charcos y decenas de troncos arrastrados por la corriente.

Hipólito Sánchez no pierde la oportunidad de hacerse de madera y recorre el cauce vacío para levantar lo que puede.

“Todos los campesinos de esta región seguro que están haciendo lo mismo, porque los cultivos se perdieron, todos.

“Tenía mi terrenito con chile y entre la lluvia y el viento se acabó. No nos queda de otra que venir por las ramas para tener si quiera con qué preparar las tortilla, con qué calentar el agua para el baño y si hay suficiente, pues hasta pueda vender un poco a los vecinos”, manifiesta.