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Rincón Beisbolero

Claudio Martínez Silva

Se disponía a tomar su primer turno al bat, el viernes frente a los Potros de Tijuana, muy cerca del círculo de espera, cuando el sonido local pidió un aplauso para Rafael Castañeda Ramírez, una noche antes en la ciudad fronteriza, este veterano había conectado el hit mil 500 de su carrera en la Liga Mexicana de Beisbol.

El popular “Shivigón” agradeció el aplauso con una discreta señal, así como discreto ha sido este pelotero que nació en la Ciudad de México el 14 de diciembre de 1967, por lo que a finales del presente año cumplirá 40 de edad. Producto de las ligas pequeñas en el Distrito Federal, Rafael Castañeda fue desde niño un pelotero destacado, su disciplina y dedicación lo han mantenido en un buen nivel, el mismo que muchos no alcanzan al acercarse a las cuatro décadas de vida.

Se jugaba una serie en Monterrey durante la temporada 2006, cuando Rafael Castañeda anunció su retiro como pelotero activo al final de esa campaña. Castañeda no estaba contemplado en la novena titular del entonces manager Fernando Elizondo, pero cuando era llamado como emergente generalmente respondía, hasta que Orlando Sánchez decidió incluirlo en el orden al bat de todos los días. Igual como designado, como primera e incluso aún como tercera base, Castañeda habló con su bat; buena parte de la temporada fue líder de la liga y se mantuvo muy arriba de la barrera de los .400.

Un pelotero de estas características no podía estar en la banca y así lo comprendió Orlando Sánchez, el “Shivigón” finalizó como titular indiscutible, su registro fue de .334 en 102 partidos, tomó 425 turnos al bat, 371 fueron legales, anotó 48 carreras, conectó 124 imparables con los que alcanzó 170 bases, 26 de sus hits fueron dobles, agregó un triple y seis cuadrangulares, lo que le alcanzó para producir 69 carreras, completó sus números con 43 pasaportes y 28 ponches.

Sin hacer mucho ruido y sin ser un pelotero muy publicitado, (a él así le gusta) Rafael Castañeda fue el segundo mejor bateador de Vaqueros Laguna, sólo atrás de José Amador, que finalizó con .363, entre los diez primeros de la liga. Con esa actuación la directiva naranja no tuvo otra opción más que invitar a Castañeda a mantenerse en activo para la temporada 2007.

Como hombre que es de beisbol, motivado por su buena actuación y agradecido con el reconocimiento de su equipo, Rafael Castañeda decidió mantenerse en activo y se hizo presente en la pretemporada en Monterrey. Este año empezó el calendario regular como titular, su ofensiva era consistente y acariciaba los .400 de promedio, cuando se dio la contratación de Juan Carlos Canizález, para que Marco Antonio Guzmán cometiera una enorme injusticia, al mandar a la banca al capitalino.

Los problemas empezaron, Marco Antonio Guzmán fue cesado y Dan Firova asumió el cargo, el estadounidense trabajó con Castañeda en Tigres y Sultanes, por lo que era de esperarse que el “Shivigón” regresara a la titularidad. Pero la cosa no fue así, Castañeda permaneció en la banca, la situación se complicó porque Juan Carlos Canizález no fue ubicado en el jardín derecho, como eran los planes originales, el “Canelo” se convirtió en otra opción para la primera base o el bateador designado, lo mismo que Mario Valdez, así como la repentina aparición de Fernando Valenzuela.

Castañeda pensó en irse, en hablar con la directiva o con el cuerpo técnico para conocer su situación, no sabemos qué decidió hacer, pero ahí se ha mantenido, siempre cumplidor y oportuno con el madero, aunque Mario Valdez está por regresar al equipo y alguien tendrá que irse a la banca, usted ¿cuál cree que sea la elección de Dan Firova?

Seguramente el manager se va a inclinar por Rafael Castañeda, como para, ahora sí, darle el empujón definitivo hacia el retiro, muy decepcionado por el nulo reconocimiento, no a su brillante carrera que inició en 1990 con los Tigres, sino a lo mucho que ha dado a Vaqueros Laguna desde que llegó a la organización en 2004. Rafa quizá se iría triste, pero satisfecho consigo mismo, porque desde aquel lejano 1990 ha sido un pelotero ejemplar, dentro y fuera del terreno de juego.

La reacción que ayer tuvo Nate Bland en contra del ampayer de primera base, se entiende; el viernes Vaqueros Laguna dejó 14 corredores en base y perdió 5 a 3, mientras que ayer en sus dos primeros turnos el bateo oportuno volvió a brillar por su ausencia. Bland lanzaba un buen partido, pero la desesperación al no recibir el apoyo de su ofensiva, provocó una reacción lógica en un hombre de carácter, de un verdadero profesional que viene a entregarse con todo a su equipo y que ve cómo las cosas no se dan, a pesar del gran esfuerzo que se hace.

Y otra buena oportunidad para Armando Huerta, un elemento que merece ser más tomado en cuenta, como lo merecía Jorge Luis Ibarra y desde hace bastante tiempo, Julio César Vea. En estos tres peloteros jóvenes hay verdadero talento que es importante aprovechar y unirlo a otros elementos valiosos, como Iván Araujo, José Alonso Castañeda, Ricardo Ruiz, Fernando González, Irving Valenzuela y “El Torito” Fernando Valenzuela.

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