EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, D.F.- Los deseos de venganza luego de una relación amorosa que terminó mal son bastante normales. Si a esos deseos, se le suman superpoderes capaces de cumplir cualquier fantasía destructiva, entonces alguien puede estar en problemas muy graves como esta nueva comedia busca demostrar.
Claro que todo inicia bien. Jenny (Uma Thurman), una chica neurótica, viaja por el metro cuando conoce a Matt (Luke Wilson), un arquitecto, e inician una relación. Aunque es evidente que ella está muy necesitada de afecto, su otro secreto no es inmediatamente obvio.
A diferencia de Superman y Clark Kent, Jenny y su alter ego, "G-Girl", una superheroína con más o menos los mismos poderes que el hombre de Krypton, no comparten las mismas características de personalidad. Así, mientras la noble "G-Girl" salva a la humanidad, Jenny o la parte de ella que es humana, no duda en usar sus poderes para espiar a Matt o hacerle escenas de celos cuando cree que le está siendo infiel, al grado de ponerle un tiburón blanco hambriento en su departamento.
Sobra decir que no hay una manera fácil de decirle a una mujer así que ya no se quiere seguir con ella, pero ese es el reto de Matt y más cuando se empieza a enamorar de Hannah (Anna Faris), la mujer de la que Jenny está celosa. Gracias a "Kill Bill", Uma Thurman se convirtió en una especie de amazona moderna, por lo que resulta divertido verla reírse de ese estatus y es una buena comediante; pero, más allá de su original premisa, "Mi super exnovia" es una cinta desigual con momentos graciosos y otros no tanto, un poco como si sufriera de la personalidad dividida de su personaje principal. La cinta se encuentra actualmente exhibida en el circuito comercial.
