LA EDUCACIÓN
A los maestros ya no se les llama maestros sino facilitadores de la educación y con esto, como en otras actividades, se piensa que el mundo ya cambió para mejorar. Me imagino que hay detrás de ello todo un sistema que sesudos investigadores han podido establecer para optimar los resultados de las escuelas aunque esto esté lejos de verse. El cambio de sistema supone un cambio de percepción en aquéllos que lo integran; y esto es precisamente lo que no se ha dado.
Así a grandes rasgos, las tendencias educativas evolucionaron de un sistema centrado en el maestro, a un sistema centrado en el alumno; o sea que, partiendo del triángulo tradicional educativo alumno-materia-maestro el sistema tradicional le daba la responsabilidad de los resultados al maestro, quien sabio enseñaba la materia, relegando al alumno a un papel de receptor. La nueva teoría confiere el papel dinámico al alumno y al maestro le asigna el papel de facilitador; por decirlo de otra forma, de guía. En el nuevo sistema, quien debe de trabajar es el alumno. ¿Ve usted que su hijo estudie, investigue o lea?
Segundo, la relación materia alumno es por medio de la investigación. Para adquirir la materia necesariamente se tiene que conocer, primero y asimilar después. Si está demostrado que el índice de lectura en los jóvenes es bajo. ¿De qué manera se realiza esa relación? La mayoría de los maestros ya tienen comprobado que encargar trabajos de investigación va a ser enfrentarse con copias que se sacan del Internet sin que ello presuponga que el alumno los haya ni siquiera leído. Hay web especiales para tareas que todo mundo conoce, ni siquiera en ello se batalla. Dichas investigaciones no generan conocimientos sino el cultivo de la corrupción.
Cualquier maestro consciente sabe que su realidad es ésta. El sistema, teóricamente, es muy bueno. Puede ser funcional a nivel universitario y a nivel maestría. Bueno, a nivel licenciatura tampoco es muy funcional, al sistema le falta poner énfasis dos cosas: la lectura y la memoria.
El que sabe es el que lee, no el que va a la escuela. Quien tiene la afición de leer sabe lo que su propia curiosidad le ha obligado a saber; por lo menos, a través de la lectura aumenta su propio vocabulario, porque éste es el medio más efectivo de encontrarse con nuevas palabras.
La información que recibimos de un maestro es información de segunda mano y es oral, por lo tanto efímera. La información que recibimos de un libro es de primera mano y permanece, podemos volver a lo escrito cuantas veces queramos. Podemos trabajar la información de múltiples maneras y adaptarla a nuestras propias necesidades. El autodidacta se educa leyendo y sabe por lo que ha leído: en cambio, cuántas personas nos encontramos tituladas y ni siquiera tienen las nociones básicas de una cultura general.
El segundo gran problema de la educación es la memoria. Estoy de acuerdo que es importante entender los textos, la materia, cosa que tampoco se da muchas veces. Antes de memorizar hace falta el entendimiento, y esto mismo hace más sencillo la memorización. Ahora, dese cuenta de que lo que usa todos los días, lo sabe, se encuentra en su memoria. Nadie sabe lo que no usa. Un conocimiento que usted no recuerda es que jamás lo ha necesitado. El conocimiento que necesita usar todos los días es el que se encuentra en su memoria. Por lo menos, el sistema educativo debe de crear la necesidad de utilizar los conocimientos insistiendo más en la memoria.
Pero claro el hecho de leer en clase las hace aburridas porque no hay ninguna aventura en enterarse de cosas que uno no sabía y que puede seguir no sabiendo. El alumno se queja y te pide, ¿alguien lo aconsejó?, que las clases sean más dinámicas y el concepto de clases dinámicas es el juego y no el conocimiento.
A veces estamos en un laberinto sin salida pero hay que seguir insistiendo. El maestro tiene en sus manos reprobar, mas el sistema no aceptaría que reprobara a muchos y éste puede ser otro de los impedimentos de que funcione el sistema.
Consejos:
