Los socorristas intentaron auxiliar al hombre, pero constataron que ya no tenía signos vitales. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La muerte sorprendió a un hombre de 42 años de edad cuando se encontraba en el interior de una tienda de la zona Centro de la ciudad y sufrió un infarto fulminante, quedando su cuerpo tendido en el lugar hasta que llegó el agente del Ministerio Público.
Las autoridades policiales informaron que pasada la una de la tarde del jueves 30 de diciembre se reportó a través del 911 de Emergencias sobre una persona desmayada dentro de la Tienda Coppel de calle Zaragoza y avenida Presidente Carranza, de la zona Centro, adonde acudieron los paramédicos de Cruz Roja y elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Los socorristas intentaron auxiliar el hombre que estaba tendido en el piso y constataron que ya no tenía signos vitales, por lo cual se dio aviso a la Delegación Laguna 1 de la Fiscalía General del Estado.
El cuerpo del hombre fue cubierto con una sábana azul y se acordonó el área con cinta amarilla, pero los trabajadores recibieron instrucciones de seguir laborando de manera normal, dado que había muchos clientes en la tienda, algunos de los cuales no se dieron cuenta de lo que sucedía, ya que es muy grande ese establecimiento comercial.
Alrededor de las 14:00 horas se presentó en la tienda el agente investigador del Ministerio Púbico de Delitos Contra la Vida y la Integridad Corporal, en compañía de peritos de la Fiscalía y elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
A un lado del cuerpo se encontraba una mujer llorando, la cual dijo llamarse Yovanna Gabriela Juárez García, hermana del finado, a quien identificó como Luis Alberto Juárez García, de 42 años de edad.
El agente del Ministerio Público se entrevistó con la mujer, quien manifestó que Luis Alberto padecía de alta presión y cuando se encontraban en el interior de la tienda, adonde habían llegado para dejar el abono, su hermano dijo que se sentía mal, de pronto se desplomó y quedó tendido en el piso.
La mujer pidió ayuda y uno de los trabajadores marcó el 911 para solicitar el auxilio de la Cruz Roja, llegando poco después los paramédicos, que ya nada pudieron hacer por Luis Alberto.
Tras dar fe de lo sucedido y una vez realizados los trabajos preliminares de los peritos de la Fiscalía, quienes indicaron que no presentaba huellas de violencia, el agente del Ministerio Público dispuso el levantamiento del cuerpo para su traslado a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) a fin de practicar la necropsia de rigor y así confirmar la causa de la muerte.
