El beisbol lagunero está de fiesta. Uno de los jugadores que ha quedado para siempre en la memoria histórica de la afición de la Comarca, Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta, cubano, mejor conocido como “Minnie” Miñoso, acaba de ser elegido para ingresar al Salón de la Fama de Beisbol en Cooperstown, el próximo mes de julio.
Se incorporará al salón de los inmortales en 2022 junto con otro de los grandes peloteros cubanos, Tony Oliva, quien presenciará, a los 83 años, su propia entronización, a diferencia de Minnie, quien falleció hace más de seis años en Chicago cuando estaba por cumplir 90 años.
En la Laguna Miñoso siempre será recordado por su entusiasmo y pundonor deportivo y su carácter amable y cordial. Pero especialmente por haber sido el mánager –y además jugador— del equipo que marcó el retorno a la región de la pelota de calidad, la de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en 1970, luego de casi 17 años de ausencia.
Con el equipo de la región Miñoso estuvo cuatro temporadas, de 1970 a 1973. Además de piloto cubría la primera base. En su temporada inicial bateó nada menos que para .468 (aunque jugando en solo 40 encuentros de los 150 de ese año), pero un año después su promedio fue de .315 en 112 juegos. Durante su estancia de cuatro temporadas en la región, participó en 393 juegos y en 1, 215 turnos al bat su promedio fue de .294.
Un gran tolete pues, de manera tal que cuando su edad era ya de 51 años fue llamado de nuevo por las Medias Blancas de Chicago en 1976 y volvió a ser jugador de este mismo equipo en la temporada de 1980.
En Grandes Ligas participó en 17 temporadas entre 1949 y 1980, es decir, en cinco diferentes décadas. El único en Grandes Ligas poseedor de este insólito récord. Su primer equipo fue el de los Indios de Cleveland, en el que jugó cuatro temporadas, doce con las Medias Blancas (Mr. White Sox, le decían cariñosamente), una con Rangers de Texas y otra con Cardenales de San Luis.
Cuando el año próximo se incorporen al Salón de la Fama tanto Miñoso como Tony Oliva, serán seis los cubanos que tengan un sitio en el templo de los inmortales del mejor beisbol del Mundo. Ellos son: Martín Dihigo, Tany Pérez, José de la Caridad Méndez, Cristóbal Torriente, más Oliva y Miñoso.
De los seis, solo dos de ellos jugaron en México: el maestro Dihigo y Minnie Miñoso. Ambos en La Laguna y no como de paso, sino de manera relevante. Dihigo dejó escrito en sus Memorias que el de La Laguna fue el equipo en el que mejor se sintió. Y Miñoso, en las nueve temporadas que hizo en México solo militó en dos equipos. Uno de ellos Laguna. Gran timbre de orgullo para la Comarca.
