Camerata de Coahuila alista séptimo concierto temporada
Camerata de Coahuila prepara su séptimo concierto
de la temporada Otoño Invierno 2021, en cuál dará un
recorrido por obras de los
compositores Wolfgang
Amadeus Mozart y Béla
Bartók. La dirección correrá a cargo de Ramón Shade.
La cita es el próximo tres
de diciembre a las 20:30 horas en el Teatro Isauro Martínez. El acceso al público será libre, con un aforo limitado a 500 personas. Asimismo
el acceso permitido a menores es a partir de los 12 años.
Se informó que las obras
que se ejecutarán son: Serenata No.9 en Re Mayor K.320
Posthorn del compositor
Wolfgang Amadeus Mozart
y Danzas Rumanas del compositor Béla Bartók.
Cabe mencionar que en
medio de una crisis Mozart
escribió la obra antes mencionada, también conocida
como Serenata del postillón
por el uso que hace el compositor, en el segundo trío
del segundo Minuetto, de un
corno de posta (es decir del
típico corno utilizado por
los carteros de la época para
anunciar su llegada).
La obra, en cuyo manuscrito aparece la fecha correspondiente al 3 de agosto de 1779, fue compuesta
para ser ejecutada con motivo de una ceremonia en
la Universidad de Salzburgo, y es la última de las
grandes serenatas solemnes que Mozart escribirá
en esa ciudad, y la última
también de las serenatas
escritas en un estilo que
apunta hacia el pasado.
Por su parte, Béla Bartók
fue un hombre muy apegado
a su país y mantuvo un desbordante interés no sólo por
la música tradicional, sino
también para la de los países
europeos en general. Las
Danzas Rumanas son un
verdadero testimonio de su
obra, fueron compuestas en
1915. Se trata de arreglos para siete melodías instrumentales que Bartók recopiló entre 1910 y 1912 en localidades
rumanas, las que servían
mejor a las intenciones del
compositor por su diversidad tímbrica y variedad.
Las melodías son prácticamente las de la fuente original, las que Bartók elaboró escasamente pues su intención no era otra que su
transformación en pequeñas miniaturas cuya duración no sobrepasara el minuto. Para ello, Bartók se
preocupó de estipular en la
partitura la duración exacta
que debía tener cada una.