Mientras la autoridad municipal es firme en ya no renovar los permisos temporales de vendedores ambulantes a partir de este mes, ellos insisten en que los dejen seguir trabajando, partiendo de que han creado derechos de antigüedad, y rechazan la propuesta de reubicarse a los locales de la plaza comercial Antigua Harinera en el sector Alianza.
Son poco más de cien personas, de distintas organizaciones, quienes ya no pudieron refrendar dichos permisos, y que según la Dirección de Plazas y Mercados no continuarán ocupando las banquetas, pues el programa de reordenamiento del Centro Histórico establece su retiro para despejar las áreas peatonales y mejorar la imagen urbana.
El titular de la dependencia, Víctor Ramos Galindo informó que, desde febrero de este año, se les hizo del conocimiento la medida y se les pidió empezar a buscar otros espacios donde instalar sus mercancías, “Torreón es grandísimo, pero todos quieren estar concentrados en el Centro Histórico, se les ha pedido que busquen otras alternativas, que liberen el centro y poder cambiar la imagen de Torreón”.
El funcionario municipal consideró que en la antigua harinera hay gran cantidad de gente comprando fruta y verdura, y que esas mismas personas pudieran ser clientes de los ambulantes, pero consideró que no quieren salir de su zona de confort.
La otra propuesta es que se instalen afuera de los módulos que no se utilizan en las calles Cepeda y Valdez Carrillo, mientras se sigue el proceso legal para revocar las concesiones a quienes no les dan un uso o solamente los tienen como bodegas.
Según recordó, en 2006 se hizo una primera reubicación de los ambulantes a dichos módulos, con la idea de liberar las banquetas de los comercios formales, pero con el tiempo, por muchos factores, volvieron a proliferar y actualmente es un problema añejo que se busca resolver en forma definitiva.
A inicios de esta administración se encontró que más de 200 personas estaban en una condición irregular, pues prácticamente llevaban años con permisos temporales, otros hasta con acuerdos de palabra para ocupar espacios en las banquetas con sus mercancías, sin hacer pagos formalmente a la Tesorería, sino a exempleados municipales o hasta los propios líderes.
Además de que se han retirado algunos de ellos, se les invitó a hacer el pago del permiso directamente en Tesorería, pues daban por hecho de que pagar la plaza les facultaba a estar ahí. “La plaza siempre se ha cobrado por ocupar la vía pública, otra cosa es el permiso para vender”, según señaló.
Otro caso es el de los vendedores semifijos, quienes disponen de un tarjetón que han refrendado cada año desde 2006, quienes pudiera decirse que sí tienen la autorización y son, según el padrón sujeto a depuración, más de 900.
Aunque ya no se renovaron los permisos este mes, la autoridad no ha considerado emprender el retiro de los ambulantes.
“Ya intentamos en la harinera y no funcionó”
Georgina Serna Hernández, de la Organización de Comerciantes del Centro Histórico está gestionando que por lo menos a algunos de sus agremiados, aquellos con más necesidad económica y que tengan muchos años ejerciendo la actividad, se les permita seguir en las banquetas.
Consideró que de unas 60 personas que representa, la mitad lleva 12, 15 o hasta más años ocupando la vía pública, por lo que según dijo, han creado derecho de antigüedad, además de que no fueron tomadas en cuenta en las dos reubicaciones anteriores, en 2006 y 2017.
Reconoció que hay vendedores que sí necesitan de ese permiso temporal, como también hay quienes abusan, “estamos viendo quién sí tiene verdadera necesidad, hasta podríamos bajar el número con tal de seguir trabajando”.
Sin embargo, descartó el ofrecimiento de instalarse en los locales de la plaza comercial Antigua Harinera, donde hace casi 20 años se reubicaron algunos y trataron de encajar, pero no hubo frutos.
“Yo fui una de ellas, hicimos la lucha un tiempo para pertenecer a esa zona, pero no se pudo; no vendíamos y era un ambiente muy diferente, ahí son personas hasta de la tercera edad, fierreros y venden usado. Nosotros tenemos mercancía nueva, no era nuestro círculo”, detalló.
Señaló que los clientes que frecuentan esa área del sector Alianza acuden en su mayoría entre las cinco y las 10 de la mañana para comprar a los verduleros porque revenden, y los que van por su propio consumo son los menos.
Georgina Serna recordó que las dos reubicaciones anteriores de vendedores ambulantes no tuvieron los resultados esperados, pues en su momento hubo líderes que por cuestiones personales o económicas, no tomaron en cuenta a los que ya tenían tiempo ejerciendo la actividad y merecían un espacio en los módulos de la Cepeda o Valdez Carrillo.

Vendedores ambulantes rechazan reubicación y buscan mantener permisos en el Centro Histórico