
Caro Quintero, aislado 23 horas al día/ Especial
Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, se encuentra bajo un régimen de aislamiento extremo en la prisión federal de Brooklyn, Nueva York, donde pasa hasta 23 horas diarias en una celda sin ventanas ni contacto humano. Su defensa ha denunciado estas condiciones como “inhumanas” y comparables a las que reciben prisioneros de terrorismo.
Condiciones de aislamiento extremo
Según una carta enviada por sus abogados al juez Frederic Block, Caro Quintero permanece encerrado la mayor parte del día con luz artificial permanente, sin posibilidad de realizar ejercicio físico y recibiendo sus alimentos a través de una ranura en la puerta. Durante los fines de semana, la situación es aún más estricta, permaneciendo las 24 horas en la celda. Además, el frío se vuelve un problema debido al mal funcionamiento del aire acondicionado y la falta de ropa adecuada para abrigarse.
Comunicación limitada y reclamos legales
El aislamiento también incluye severas restricciones de comunicación. Desde su ingreso en febrero de 2025 al Centro Metropolitano de Detención (MDC), el capo sólo ha podido realizar llamadas monitoreadas con su familia y no tiene permitido comunicarse indirectamente a través de su equipo legal. Tampoco comparte espacio con otros internos y sus interacciones con los guardias son mínimas y en su mayoría no pueden comunicarse por el idioma.
Ver también:https://www.elsiglodetorreon.com.mx/siglotv/video/mexico-recibira-a-congresistas-de-eeuu-para-hablar-sobre-migracion-comercio-y-seguridad.html
Los abogados de Caro Quintero han solicitado al tribunal que se eliminen o al menos reduzcan las Medidas Administrativas Especiales (SAMs) impuestas por el fiscal general de Estados Unidos, argumentando que violan sus derechos constitucionales a la libre expresión, debido proceso y defensa adecuada. En caso contrario, piden una audiencia para demostrar el daño físico y psicológico causado por este aislamiento.
Cargos y contexto judicial
Actualmente, Caro Quintero enfrenta cargos en Estados Unidos por narcotráfico y por su presunta participación en el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985. Su defensa sostiene que las duras condiciones no sólo lo aíslan del mundo exterior, sino que además dificultan la preparación de su caso legal.
Ver también:https://www.elsiglodetorreon.com.mx/siglotv/video/gobierno-se-endeuda-con-hasta-10-mil-mdd-para-rescatar-a-pemex.html
La controversia sobre el trato que recibe el capo mexicano ha abierto un debate sobre las prácticas de aislamiento en prisiones estadounidenses, la salud mental de los internos y el respeto a los derechos humanos en procesos judiciales complejos.