
Seúl y Tokio condenan el envío de técnicos militares de Corea del Norte a Rusia
Los Gobiernos de Corea del Sur y de Japón condenaron este miércoles el envío de miles de zapadores y operarios militares norcoreanos a la región rusa de Kursk, una medida anunciada en la víspera por el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, tras su visita a Pionyang.
Tokio y Seúl reaccionaron así a las medidas a las que dio luz verde el líder norcoreano, Kim Jong-un, tras su reunión el martes con Shoigú, y que fueron anunciadas por el jefe de seguridad ruso después de su viaje a Corea del Norte, el tercero en los últimos tres meses.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur dijo a EFE que la decisión de Pionyang de enviar más personal militar al extranjero es "una clara violación" de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, especialmente la resolución 2397, que obliga a repatriar a los ciudadanos norcoreanos que generen ingresos en el exterior.
"El Gobierno expresa su seria preocupación ante la continuación de esta cooperación ilegal entre Rusia y Corea del Norte y urge a que se detenga de inmediato", indicó la Cancillería.
Los mil zapadores y los cinco mil operarios militares norcoreanos participarán respectivamente en tareas de desminado en Kursk y "en la reconstrucción de las infraestructuras destruidas por los ocupantes", según informó en un comunicado el Consejo de Seguridad de Rusia.
Es la segunda vez que el líder del régimen norcoreano autoriza el envío de personal militar a territorio ruso en línea con el Acuerdo de Asociación Estratégica suscrito por Kim y el presidente ruso, Vladímir Putin, en junio de 2024.
Los nuevos efectivos se sumarán a los aproximadamente 10.000 soldados enviados por el régimen a combatir a la guerra contra Ucrania, de entre los cuales varios millares murieron o resultaron heridos en combates con el ejército ucraniano, según fuentes occidentales.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. expresó a la agencia local de noticias Yonhap que existe "profunda preocupación" por el despliegue continuo de trabajadores y soldados norcoreanos para apoyar la guerra de Rusia contra Ucrania.
"El régimen norcoreano, por su parte, depende ahora de Rusia para obtener los fondos que necesita desesperadamente a cambio de mano de obra y soldados contratados", añadió. Explicó que tales fondos se destinan al desarrollo norcoreano de armas de destrucción masiva y misiles balísticos, violando sanciones internacionales.
Japón se sumó a las críticas a través del jefe secretario del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, quien advirtió que el despliegue de tropas norcoreanas "no solo agrava la situación en Ucrania, sino que representa una seria amenaza desde el punto de vista de la seguridad regional".
"Tokio ha condenado reiteradamente la creciente cooperación militar entre Pionyang y Moscú. Seguiremos trabajando con la comunidad internacional para reforzar el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", agregó.
Corea del Norte, además de haber proveído armas y tecnología de misiles a Irán antes de su actual conflicto con Israel, es el principal suministrador de armamento y equipos militares al ejército ruso, al que ya ha proporcionado, según fuentes de Seúl y la OTAN, grandes cantidades de munición y misiles.