
Senado olvida desde 2019 la austeridad pregonada por López Obrador
El Senado de la República dominado por Morena se ha olvidado de la promesa de austeridad republicana que tanto pregonó el ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador. Sea comandado por Ricardo Monreal o Adán Augusto López en la Junta de Coordinación Política (Jucopo), la Cámara Alta regresó a los privilegios y gastos innecesarios que juraron eliminar y que asientan la política de la llamada Cuarta Transformación. En realidad, la medida sólo duró un año, según una revisión hecha a los informes del ejercicio del presupuesto, a las contrataciones realizadas, a la cuenta pública y a información proporcionada por la Secretaría General de Servicios Administrativos.
A principios de septiembre de 2018, Monreal Ávila, entonces presidente de la Jucopo, impulsó el acuerdo que fue avalado por los coordinadores parlamentarios de todos los partidos políticos. "No se puede vivir en una esfera de privilegios frente a un mundo de desigualdad, no se puede de ninguna manera mantener un status quo alejado de lo que sucede fuera del recinto", aseguró el morenista durante la aprobación del acuerdo. Los nuevos lineamientos eliminaban "privilegios" a los senadores, así como los de mandos medios y superiores de la Cámara Alta: gasolina, telefonía celular, seguro gastos médicos mayores, estímulos de desempeño, vales de despensa, y peaje, entre otros.
Aunque en los últimos meses de 2018 se devolvieron a la Tesorería de la Federación (Tesofe) 282.4 millones de pesos, estos se desplomaron con el paso del tiempo: en 2019 "el importe de los ahorros" cayó a 3.5 millones según datos proporcionados por la Secretaría General de Servicios Administrativos del Senado; en 2020, a 1.4 millones; en 2021, 8.9 millones; en 2022, 5.4 millones; en 2023, 317 mil 698 pesos, y ya en 2024 apenas llegó a 122 mil pesos.
Entre menos dinero regresaba el Senado, más dinero volvía a los llamados gastos "superfluos".
Además, la Cámara Alta incumplió uno de los compromisos más relevantes establecidos en el programa de austeridad: reducir a la mitad el monto de las subvenciones otorgadas a los grupos parlamentarios.
A pesar de que en el acuerdo de austeridad se establecía que este rubro debía disminuir en 50%, los datos de la cuenta pública muestran que fue de 40% para el primer año de aplicación, al pasar de 821.4 millones de pesos en 2018 a 495.9 millones en 2019. A partir de ese año la partida que se reparte a los legisladores para gastos de asistencia legislativa, gestión parlamentaria y atención ciudadana tuvo un incremento constante. En 2021 el Senado destinó 508.8 millones para este rubro, y en 2022 el monto creció a 599.3 millones de pesos. Es verdad que bajó un poco en 2023, con 565.7 millones, pero en 2024 creció de nuevo y alcanzó los 655.1 millones. Para 2025, el presupuesto aprobado de la partida fue de 773.1 millones de pesos, muy cerca del monto que los legisladores morenistas asumieron como un exceso.