
Elon Musk y Donald Trump (ESPECIAL)
La alianza mantenida hasta ahora entre Donald Trump y Elon Musk derivó este jueves en una guerra abierta que comenzó tras reproches sobre el plan fiscal impulsado por el mandatario estadounidense y escaló con amenazas de anulación de contratos gubernamentales y acusaciones por parte del magnate de que Trump figura en la lista del pedófilo Jeffrey Epstein.
El desencadenante fue la decepción expresada por Trump sobre las críticas recibidas por parte de Musk a su plan fiscal y presupuestario, que ha sido aprobado ya por la Cámara Baja y está en tramitación en el Senado, donde los republicanos también tienen el control.
"Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así. Me sorprendió. (...) Estoy muy decepcionado porque Elon sabía los pormenores del proyecto de ley mejor que nadie", dijo Trump ante la prensa junto al canciller alemán, Friedrich Merz, a quien recibió en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Musk había calificado esta semana de "abominación repugnante" dicho plan, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense, una entidad no partidista, sumará a la deuda en la próxima década 2,4 billones de dólares.
Antes de que Trump hubiera acabado su comparecencia junto al líder germano, Musk recurrió a X para dar su versión de los hechos.
Ahí desmintió que estuviera al tanto del contenido de esa propuesta en su tiempo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un puesto que dejó el 30 de mayo, y criticó de hecho que ese plan fuera aprobado en plena noche, "tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo".
La escalada de su cruzada verbal pasó después a sus respectivas redes, X y Truth Social, donde a lo largo del día uno y otro se fueron contestando y elevando el tono.
"La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!", señaló Trump en referencia a su antecesor demócrata.
Musk se adelantó a la amenaza del líder republicano y anunció su decisión de desmantelar su aeronave Dragon, de la que Estados Unidos depende para transportar personal y objetos hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).
El magnate sudafricano acusó también de "ingrato" a Trump y consideró que sin su apoyo este habría perdido las elecciones de 2024, para cuya campaña aportó unos 250 millones.
Musk ya había dicho que la aprobación del plan fiscal en la Cámara Baja "socavaba" su trabajo como líder del DOGE para reducir el despilfarro de los fondos federales y hoy aseguró que la intención de eliminar el crédito fiscal para autos eléctricos no es la razón por la que decidió dejar la Casa Blanca.