
Prestar tu tarjeta de crédito puede traerte problemas con el SAT/ Especial
En México, las autoridades fiscales lanzaron una nueva advertencia relacionada con el uso compartido de tarjetas de crédito. Aunque muchas personas lo hacen como un gesto de confianza o ayuda, el SAT aclara que esta práctica puede desencadenar revisiones fiscales e incluso multas si los gastos no coinciden con los ingresos del titular.
El SAT pone la lupa sobre movimientos ajenos
El SAT, organismo encargado de la fiscalización tributaria, ha comenzado a vigilar más de cerca los movimientos realizados con tarjetas a nombre de contribuyentes. Si una persona presta su plástico a otra y esta realiza gastos elevados, el titular podría enfrentar sanciones si no logra justificar el origen de ese dinero.
No importa si la deuda fue pagada por quien usó la tarjeta: ante el SAT, el único responsable es quien figura como dueño. Esto significa que cualquier discrepancia entre los ingresos declarados y los consumos registrados puede derivar en un proceso de fiscalización.
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Las consecuencias pueden ser graves
Las sanciones que impone el SAT por inconsistencias fiscales no son menores. Van desde multas que pueden alcanzar el 70% del monto observado hasta intereses y recargos que comprometen el bolsillo del contribuyente.
Además, prestar una tarjeta puede activar automáticamente una auditoría si el sistema detecta gastos desproporcionados en relación con los ingresos registrados. En ese escenario, el SAT puede exigir documentación detallada y pruebas para explicar los movimientos financieros.
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Frente a este panorama, la recomendación es clara: no prestes tus tarjetas de crédito, ni siquiera a personas de confianza. Las implicancias tributarias podrían resultar mucho más costosas que el favor inicial.