
(EFE)
Soldados israelíes, apostados a apenas unos pocos cientos de metros de los puntos de distribución de alimento de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), recibieron la orden de sus comandantes de disparar contra los palestinos que acuden a por comida sin un motivo aparente, según revela una investigación del diario Haaretz.
"Es una zona de matar", dice un sodado a este diario, bajo anonimato. "Donde estuve destinado, entre una y cinco personas morían a diario. Los tratan como una fuerza hostil: sin medidas de control de multitudes, sin gases lacrimógenos, solo el disparo de balas con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros".
Los centros de distribución suelen abrir entre media y una hora cada mañana, y no hay comida para todos.
Según militares y soldados entrevistados y que sirvieron en estos centros, las fuerzas israelíes disparan contra quienes llegan antes del horario de apertura -a veces miles de personas, otras decenas de miles que caminan de noche durante kilómetros- con la finalidad de impedir que se acerquen antes de tiempo, y de nuevo después del cierre de los centros para dispersarlas.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, 549 personas han muerto cerca de los centros de ayuda y en zonas donde los residentes esperaban los camiones de alimentos de la ONU desde hace un mes, el pasado 27 de mayo y día en el que comenzó a operar GHF en Gaza. Más de 4,000 personas han resultado heridas, pero el número exacto de muertos o heridos por fuego de soldados se desconoce.
En múltiples ocasiones, el Ejército israelí ha reconocido haber realizado "disparos de advertencia" contra palestinos que supuestamente se habían desviado de la ruta establecida, o que según ellos representaban "una amenaza". Por su parte, la GHF niega estos incidentes, pese a los vídeos que emergen de estos ataques y el relato de palestinos heridos que acuden en masa a hospitales cercanos; la mayoría con heridas de bala.
"Abrimos fuego temprano por la mañana si alguien intenta colarse a cientos de metros de distancia, y a veces simplemente cargamos contra ellos a corta distancia. Pero no hay peligro para las fuerzas", describe otro soldado a Haaretz.
"Sabes que no está bien. Sientes que no está bien, que los comandantes aquí se están tomando la justicia por su mano. Pero Gaza es un universo paralelo", añade otro.
Hoy mismo, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió el fin "inmediato" del sistema de distribución de ayuda humanitaria a través de la empresa GHF, respaldada por EE.UU. e Israel, ya que dijo "degrada deliberadamente a la población palestina, obligándola a elegir entre morir de hambre o arriesgar la vida por suministros mínimos".