
Si pudiera decirle algo al Odín de hace 20 años que estrenó ¡A vivir!, le diría 'lo que siempre' se dice a sí mismo, que confíe en él y 'tú entrégate a lo que hay que hacer, eventualmente va a dar frutos'.
¿Qué es la felicidad? Es un cuestionamiento ambiguo; la felicidad puede interpretarse de miles de millones de formas distintas, ya que como se dice "cada cabeza es un mundo".
"Hay muchísimas maneras de ser feliz, no nada más las que nos cuentan nuestros padres o las redes o la sociedad o la cultura", compartió vía telefónica en entrevista exclusiva Odín Dupeyron, dramaturgo, actor y director de teatro.
"Lo que importa es conocerse uno mismo y saber qué quiere, qué le gustaría, dónde puede ser feliz, bajo qué circunstancia, qué otro plan hay", porque no basta con uno, cada quien "tiene que tener un plan A, B, C o D". Lo relevante es encontrar esas maneras de ser feliz. Dupeyron es reconocido por defender el pensamiento crítico y hablar sobre el "éxito convencional" y el "éxito personal". El segundo, es el que se debe de buscar, debido a que el éxito también es subjetivo.
Su mensaje cambió su propia vida y la de quienes lo escuchan y leen.
Sus ideales comenzaron a recomendarse de boca en boca. En las escuelas, algunos profesores dejan de tarea leer sus libros y hasta en terapia los psicoanalistas les dicen a sus pacientes que vayan a ver sus obras. Él reconoce que eso habla bien de su trabajo y lo ha llevado a diferentes zonas geográficas, incluso hasta Atenas, Grecia, ya que su libro Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado, fue traducido al griego. Él mismo lo contó en una charla con Franco Escamilla en agosto de 2021, donde dijo que "una de las cosas más impactantes" que le han pasado fue que una mujer lo reconociera allá y le mostrara su libro.
Por supuesto, La Laguna también ha formado parte de su camino, especialmente de su monólogo ¡A vivir!, el cual cumplió 20 años el pasado 15 de marzo y presentará nuevamente en Torreón el lunes 30 de junio a las 20:00 horas en el Teatro Nazas.
"Es una obra de teatro, no es un curso, no es un taller. Es una obra de teatro que cuenta la historia de un hombre que se llama 'Marciano' que después de tomar un taller de superación personal pasa a dar su testimonio como alcohólicos anónimos y a través de este testimonio empieza a recordar su vida, a contar historias sobre su pasado, sobre su madre, sobre su padre y ahí es donde empieza la historia", dijo Dupeyron.
Este viaje desde la infancia hasta la adultez invita a los espectadores a redescubrir la vida. Después de dos décadas, ¿qué ha redescubierto Odín? "Una de las cosas que más me ha dejado el monólogo es saber que no estoy solo", puesto que le ha "reafirmado esta búsqueda de la vida" y ha creado una comunidad de personas que están en la misma sintonía.
Una de las razones por las que dicha puesta en escena ha perdurado es por el impacto que ha generado en la sociedad. "Perdoné a mi mamá", "Me reconcilié con mi padre", "Pude volver a ver a mi hijo", y demás entendimientos sobre la condición humana le han externado a Odín al finalizar la función de ¡A vivir!
En las artes escénicas yace la sanación: "Yo creo que el arte que se hace desde la honestidad es un arte que retrata el conflicto humano de diversas maneras y la gente se ve reflejada en ello. Cuando es honesto, y cuando es real, eso produce una catarsis. La catarsis es simplemente el purgar las emociones que de repente están ahí atoradas. La catarsis se da en el teatro siempre, es tan buena y es tan sana que Freud (padre del psicoanálisis) la toma del teatro y la lleva a la terapia".
Odín reconoció que es un actor más de foro que de emocionalidad, por lo que "esté como esté puedo presentar la obra". Una vez arriba del escenario lo invade una "energía especial", de la cual serán testigos los laguneros que se den cita en el Teatro Nazas el próximo lunes.