
Personas participan durante una manifestación por Palestina, exigiendo al gobierno chileno cortar las relaciones con Israel y el fin del genocidio en Gaza, el pasado 14 de junio frente al palacio de La Moneda, en Santiago. EFE
Este miércoles, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, anunció que su país pretende reconocer el Estado palestino en la siguiente Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual se celebrará en septiembre.
El mandatario canadiense argumentó su decisión como respuesta al "insoportable sufrimiento" que está pasando Palestina, derivado de las acciones de Israel, quien ha impedido la distribución de la ayuda humanitaria en Gaza.
Sin embargo, Canadá no es el único ni el primer país que otorga legitimidad a la decisión de reconocer a Palestina como Estado, pues tanto Francia como Reino Unido ya lo habían hecho.
El pasado jueves 24 de julio, el presidente francés, Emmanuel Macron adelantó, por primera vez, que tiene la intención de reconocer al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU.
"Hoy es urgente que cese la guerra en Gaza y que se socorra a la población civil", señaló Macron a través de sus redes sociales.
"La paz es posible". El mandatario también llamó a un "alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y una ayuda humanitaria masiva a la población de Gaza".
Además, expresó que "hay que garantizar la desmilitarización de Hamas, asegurar y reconstruir Gaza. Por último, hay que construir el Estado de Palestina, garantizar su viabilidad y permitir que, al aceptar su desmilitarización y reconocer plenamente a Israel, participe en la seguridad de todos en Medio Oriente".
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, reconocerá al Estado palestino sólo en caso de que Israel no termine con la situación en Gaza.
Dijo que "a menos que el gobierno de Israel tome medidas sustantivas para poner fin a la terrible situación en Gaza, alcance un alto el fuego, deje claro que no habrá anexión en Cisjordania y se comprometa a un proceso de paz a largo plazo que ofrezca una solución de dos Estados".
Starmer aseguró que evaluará antes de la Asamblea General de la ONU en septiembre en qué medida las partes han cumplido las condiciones antes de tomar una decisión definitiva.
Más de 100 organizaciones humanitarias alertan que la hambruna masiva ya se propaga en la Franja de Gaza, donde la población enfrenta una carencia aguda de alimentos y bienes básicos tras 21 meses de conflicto.
Piden negociar de inmediato una tregua, abrir los cruces fronterizos y permitir el flujo libre de ayuda bajo mecanismos de la ONU para evitar más muertes por hambre.
Las ONG describen un círculo de emergencia crónica: hay toneladas de ayuda dentro y fuera del enclave que no se logra distribuir de manera segura, mientras habitantes y trabajadores de asistencia arriesgan la vida en puntos de entrega.
La presión internacional crece por la situación humanitaria catastrófica, con reportes de que más de mil personas han muerto al intentar obtener alimentos desde que una fundación, apoyada por EUA e Israel, asumió parte de la distribución.
Israel sostiene que la ayuda está entrando y acusa a Hamás de explotar el sufrimiento civil, pero las organizaciones insisten en que, sin garantías de acceso, seguridad y coordinación, la asistencia no llega a quienes la necesitan y el hambre sigue escalando.