El fin de semana, cientos de personas protestaron en la Ciudad de México contra la gentrificación, extendiendo su reclamo a los extranjeros que han ido ocupando las principales zonas céntricas de la capital, al poder cubrir los costos de renta que un salario promedio en México no podría.
A la llega de los foranes han procedido reclamos contra la presencia de los mexicanos y sus costumbres, pero también cambios culturales que llevan a los negocios locales a adaptarse a quienes vienen de fuera y no ellos al país que han comenzado a habitar.
La gentrificación, señalan distintos estudios académicos, es un proceso multifacético y complejo donde los barrios urbanos céntricos que estaban en declive o marginados son revitalizados por la llegada de personas que por sus capacidades económicas desplazan a las poblaciones vulnerables o autóctonas.
Estos espacios céntricos que habían sido olvidados se convierten en zonas para la recepción de turistas y para beneficio de los rentistas y empresas, que requieren de mano de obra barata que debe seguir pagando los crecientes alquileres.
El académico Máximo Florín Beltrán, de la Universidad de Castilla-La Mancha, analizando la gentrificación apuntó que conjunta políticas de vivienda discriminatoria con especulación inmobiliaria, el desplazamiento de comunidades y el como sus integrantes son necesarios por las industrias y los centros urbanos para trabajar en estos espacios de los que fueron desplazados a cambio de salarios bajos.
Luego de esto desaparece la economía de proximidad, para dar paso a negocios “pensados para los que pasan unos días en el barrio”, es decir turistas o personas que no viven ahí, proliferando los locales de ocio alcohólico, según Florín Beltrán.
El paper “El desplazamiento como problema social y su relación con la gentrificación” describe también que el proceso conlleva una reorganización social y cultural profunda, generando tensión entre los residentes y sus nuevos vecinos; aparte de llevar a la pérdida de conexiones comunitarias que estaban por generaciones, provocando un debilitamiento en la calidad de vida y el bienestar de los desplazados y quienes se quedan.
El estudio señala que las ciudades latinoamericanas que lidian con la gentrificación enfrentan múltiples factores exacerbados por políticas de desarrollo que “frecuentemente favorecen a sectores de ingresos más altos, dejando a las poblaciones vulnerables en riesgo de exclusión y desplazamiento”.
¿Qué propuestas han surgido frente a la gentrificación?
Entre las diversas soluciones planteadas en las investigaciones se encuentran:
- Proteger a las poblaciones vulnerables de la exclusión y el desplazamiento
- Planeación urbana integral más cuidadosa e inclusiva.
- La creación de espacios públicos, como parques, sea acompañado de estrategias de protección social como el control a la renta y la preservación de vivienda asequible.
- Considerar la equidad social, asegurando que los beneficios de nuevos espacios urbanos sean compartidos justamente entre todos los segmentos de la sociedad, sin excluir o marginalizar a las comunidades originales.
- Diversificar el modelo turístico hacia ecoturismo, turismo rural o de bienestar para no saturar los puntos tradicionales y se beneficie a las comunidades locales.
- Facilitar el acceso a financiamiento para emprendedores locales y crear fondos para empresas locales como talleres, comercios y servicios fuera del sector turístico
- Diversificar la economía local para quitar la dependencia a un solo sector
- Creación de espacios multigeneracionales que promuevan la convivencia
- Administración del área con la participación de comités vecinales y alianzas público-privadas
La mayoría de las propuestas enlistadas para lidiar con la gentrificación forman parte de la investigación “El Problema de la Gentrificación y Turistificación en Playa del Carmen, México: Impactos y Soluciones” publicada en junio pasado.

(ARCHIVO)