El proyecto de modernización del servicio de transporte público se desarrolla con base en un cronograma, el cual establece que entre agosto y septiembre de este mismo año habrá un resultado tangible para los usuarios, según las necesidades que ellos mismos hayan expresado a través de las encuestas.
Dicho proyecto está a cargo de dependencias municipales y estatales, las que desde hace más de dos meses han trabajado de forma coordinada para sacar adelante una solución integral a los problemas que caracterizan la prestación del servicio.
Esta semana continuará la aplicación de encuestas, lo que permitirá tener un diagnóstico, con información actualizada, sobre todo lo relacionado con la prestación del servicio.
“Esto servirá para conocer el origen-destino de los usuarios, así como los problemas de tiempo que están enfrentando en abordar o transbordar unidades y de los recorridos; lo que esperan para que la unidad llegue y el dinero que invierten para movilizarse en sus actividades diarias”, dijo el director de Vialidad y Movilidad Urbana del Municipio, Luis Alberto Morales Cortés.
Señaló que el lunes de la semana pasada arrancó la aplicación de encuestas a los usuarios de las diferentes rutas, con la finalidad de acelerar, en el buen sentido, el proyecto de modernización.
De acuerdo con el cronograma, a más tardar el 15 de julio se tendrá un diagnóstico completo sobre estas necesidades, incluso las propuestas e inquietudes de la ciudadanía respecto a la ampliación o modificación de rutas.
El funcionario dijo que las respuestas de la ciudadanía serán de suma importancia para el análisis y la identificación de las problemáticas en la prestación del servicio más sentidas por quienes utilizan el transporte público, pues serán la base de las medidas que se habrán de tomar para las mejoras.
Morales Cortés indicó que esta última semana se tuvieron varias reuniones de trabajo, tanto con el subsecretario de Infraestructura, Transporte y Movilidad del gobierno estatal, Fernando Gutiérrez Pérez como con transportistas que tienen a su cargo las concesiones y forman parte de las empresas integradas en el fideicomiso de transporte.
Algunos de ellos ya presentaron algunas propuestas de corridas financieras de distintos modelos de autobuses con o sin aire acondicionado, con wifi, otras con menor capacidad para las rutas que tengan una menor demanda y otras características físicas que abonen a la modernización.
“Todo va encaminado a encontrar el mejor modelo de negocio para los concesionarios y la población”, indicó el director de Vialidad y Movilidad.
Estado revisará tema de infraestructura
La revisión de dichas propuestas se lleva a cabo de forma conjunta, tanto por las dependencias municipales que intervienen, es decir Vialidad y Movilidad y su correspondiente área de Planeación, y la Dirección de Transporte Público, y la Subsecretaría del gobierno estatal, así como lo concesionarios.
“Nosotros apelamos a su experiencia en el negocio, y que puedan hacer sus propuestas que van a ser valoradas, y junto con encuestas y dictámenes se pueda identificar la primera necesidad y en función de eso ponerse de acuerdo para hacer un rescate real del transporte”, señaló Morales Cortés.
La autoridad estatal será la encargada de revisar el tema de la infraestructura del Bus Laguna y decidir sobre su utilización en este proyecto en conjunto, con base en los convenios que tiene con Banobras y que se han venido refrendando desde 2016, cuando la institución financió lo que en sus inicios fue el proyecto del Metrobús.
El estado tiene a su cargo las instalaciones que se alcanzó a construir, como es el caso de la Estación Nazas, que está en el extremo poniente del bulevar Constitución, además de los paraderos de autobuses del bulevar Revolución y las calles Ramos Arizpe y Múzquiz, donde se supondría tendría su trayecto el Bus Laguna.
Existe una propuesta para que la Estación Nazas se convierta en una oficina o centro de control del sistema de transporte público que resulte de este proyecto de modernización.

Avances en modernización del transporte público de Torreón, entre agosto y septiembre