
El Municipio de Torreón analiza soluciones para la planta tratadora del bosque Venustiano Carranza. (FABIOLA P. CANEDO)
La gestión del agua tratada en Torreón ha cobrado mayor relevancia en medio de la creciente preocupación por la escasez del vital líquido. Aunque las plantas tratadoras buscan mejorar la reutilización del agua, su regulación y costos han generado inquietud entre la ciudadanía y el sector industrial.
Actualmente, la normativa en torno a estas instalaciones establece criterios de calidad en el tratamiento de aguas residuales y en la reutilización del recurso. Sin embargo, el impacto de estas regulaciones ha significado un aumento en los costos para industrias, comercios y ciudadanos que dependen de las plantas tratadoras.
Empresarios y vecinos han expresado su preocupación por las tarifas impuestas, argumentando que los ajustes han sido constantes y representan una carga económica difícil de sobrellevar. A pesar de los beneficios ambientales y sanitarios del tratamiento de aguas residuales, la accesibilidad del servicio se ha convertido en un tema de debate.
Autoridades municipales han reconocido la necesidad de revisar el esquema de costos y encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad del sistema y la asequibilidad para los usuarios.
Luis Jorge Cuerda Serna, primer regidor y presidente de la Comisión del Agua en el Cabildo de Torreón, destacó que la cultura del agua tratada es cada vez más importante, especialmente ante la necesidad de aprovechar el recurso de manera eficiente.
De acuerdo con el edil, diversas asociaciones de colonos han solicitado acceso al agua tratada para riego, instalando cisternas que les permiten clorar el agua y utilizarla cada tercer día. Sin embargo, los costos y la infraestructura necesaria siguen siendo un desafío.
Uno de los proyectos clave en la materia es la instalación de líneas moradas para abastecer zonas industriales con agua clarificada, que tiene un costo más accesible y es ideal para la producción. Además, el reglamento de Urbanismo establece que los nuevos desarrollos deben contar con su propia planta tratadora, lo que ha generado interés entre colonos y desarrolladores para mejorar la sostenibilidad de sus espacios.
Por su parte, Juan Adolfo von Bertrab Saracho, director de Obras Públicas, explicó que no todas las plantas tratadoras funcionan en cualquier entorno. Factores como la ubicación, el tipo de agua residual y el propósito del tratamiento determinan el costo y la viabilidad de cada instalación.En este sentido, destacó que el Consejo de Simas analiza opciones para renovar y actualizar la infraestructura existente, como las plantas de Fundadores, Las Etnias y Bosque Venustiano Carranza, que actualmente presentan problemas de operación.
A pesar de los avances, el proceso de expansión de estas soluciones avanza lentamente. Se busca mayor empatía entre el municipio y los desarrolladores para incentivar la construcción de más plantas tratadoras en nuevos fraccionamientos, garantizando el acceso al agua reciclada para áreas verdes y otros usos urbanos.
El debate sobre los costos de operación y la posibilidad de nuevos proyectos sigue en marcha. Mientras las autoridades analizan la viabilidad de nuevas plantas y la reactivación de las existentes, los ciudadanos exigen transparencia en el manejo de recursos y soluciones efectivas para asegurar un acceso equitativo al agua tratada en Torreón.
CONAGUA DEBE REGULAR
El gerente general del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de Torreón, Roberto Escalante González, explicó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es la entidad encargada de regular y supervisar el funcionamiento de las plantas tratadoras de aguas residuales privadas en México.
Según el Manual de Operación y Procedimientos del Programa de Agua Potable, Drenaje y Tratamiento (Proagua), Conagua establece reglas de operación para las plantas de tratamiento, asegurando que cumplan con los requisitos de saneamiento y calidad del agua. Además, la dependencia emite Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que regulan aspectos técnicos y operativos de estas instalaciones.
Las plantas tratadoras privadas deben cumplir con los lineamientos establecidos en la Ley de Aguas Nacionales y las disposiciones emitidas por Conagua, que incluyen medidas para la conservación, seguridad y calidad en el uso y aprovechamiento del agua. Estas regulaciones buscan prevenir la contaminación de cuerpos de agua y garantizar un manejo adecuado de los recursos hídricos.
El cumplimiento de estas normativas es fundamental para evitar sanciones y asegurar que las plantas tratadoras operen de manera eficiente y sostenible. Conagua continúa fortaleciendo sus mecanismos de supervisión para garantizar que el tratamiento de aguas residuales en el sector privado cumpla con los estándares ambientales y de salud pública.
El gerente de Simas indicó que corresponde también a Conagua validar los proyectos de plantas tratadoras de aguas residuales en el país. Sin embargo, en el caso de las plantas privadas, como las instaladas en fraccionamientos y colonias, no es necesario presentar el proyecto ante la dependencia, sino únicamente cumplir con los lineamientos y normativas establecidas.
"Así como el pavimento es regulado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en materia de agua la normativa que se sigue es la de Conagua. En el caso de las plantas privadas, basta con cumplir los lineamientos sin necesidad de presentar el proyecto para su aprobación", explicó.
No obstante, señaló que el costo de implementación de una planta tratadora privada no está directamente regulado por Conagua, ya que depende del tipo de proyecto, la búsqueda de recursos y el fraccionamiento en el que se ejecuta. La inversión puede variar según las necesidades específicas de cada desarrollo urbano.
Escalante González dijo que el cumplimiento de las normativas es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de las plantas tratadoras y evitar problemas ambientales. Además, señaló que la regulación de Conagua busca asegurar que el tratamiento de aguas residuales en el sector privado cumpla con los estándares de calidad y saneamiento.
A través de normativas específicas, la dependencia federal busca garantizar el cumplimiento de estándares ambientales y sanitarios en el tratamiento de aguas residuales.
Evalúan reactivación de planta tratadora de Bosque
El municipio de Torreón revisa propuestas para reactivar la planta tratadora de aguas residuales del Bosque Venustiano Carranza, con el objetivo de garantizar su funcionamiento y aprovechar las instalaciones existentes. Actualmente, tres empresas privadas han presentado soluciones tecnológicas que podrían servir como prototipo para futuras iniciativas de tratamiento en otros espacios públicos.
El director de Obras Públicas Municipales, Juan Adolfo von Bertrab Saracho, dijo que se está evaluando la viabilidad de estas propuestas, pero el Ayuntamiento exige que las pruebas de funcionamiento se realicen en el sitio antes de aceptar cualquier opción. “Siempre llegan empresas proponiendo nueva tecnología, pero lo que les estamos pidiendo es que nos den pruebas de que funciona y que funciona ahí”, expresó.
La planta de tratamiento del Bosque Venustiano Carranza fue construida en 2013, pero nunca llegó a operar correctamente. En 2018, se intentó reactivarla incorporando tecnología de ozono para mejorar la calidad del agua tratada. Sin embargo, en 2019 se reportó que la planta seguía sin funcionar debido a la falta de filtros y válvulas esenciales para el proceso de tratamiento.
La falta de un sistema eficiente de tratamiento ha generado problemas de riego, afectando la vegetación y la conservación del espacio.
De las cuatro empresas interesadas, tres ya han presentado proyectos concretos. En caso de obtener resultados positivos, el municipio utilizaría esta planta como prototipo, con miras a replicar el modelo en otros espacios como el Parque Fundadores, el Parque Las Etnias, la Alameda, el camellón de la Colón y diversas plazas públicas.
Von Bertrab Saracho dijo que la tecnología en evaluación permitiría una capacidad de tratamiento de 10 litros por segundo, suficiente para atender las necesidades del Bosque Venustiano Carranza.
Además, se contempla la posibilidad de implementar plantas de 3 litros por segundo en otros espacios verdes de la ciudad, buscando generar autosuficiencia de agua tratada ante la creciente escasez del recurso.
El proyecto tiene un plazo corto para su implementación.
En un mes, se tomaría la decisión final, se iniciaría el proceso de licitación y se adjudicaría el recurso a la empresa más adecuada.
El director dijo que la meta es que para el segundo semestre de este año ya se cuente con el sistema operando, pero todo dependerá de la eficacia de la tecnología que se está evaluando.
Actualmente, el riego del bosque Venustiano Carranza se realiza con agua tratada suministrada por Peñoles, pero el municipio busca optimizar este recurso y utilizarlo en otros espacios públicos.
Mientras tanto, parques y camellones de Torreón continúan siendo regados con agua tratada mediante pipas, cisternas y sistemas de aspersión, en un esfuerzo por mantener las áreas verdes ante la crisis hídrica que enfrenta la región.