
Coparmex (ESPECIAL)
México ha logrado una reducción histórica en sus niveles de pobreza, pero aún enfrenta desafíos profundos en materia de derechos sociales, advirtió la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Aunque el avance en ingresos laborales ha sido significativo, millones de personas continúan sin acceso a seguridad social, servicios de salud y educación de calidad.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 2024, 38.5 millones de mexicanos, es decir, el 29.5% de la población, viven en condiciones de pobreza. Esto representa una disminución de 13.7 millones respecto a 2016. Este progreso se atribuye al aumento sostenido del salario mínimo, que desde 2016 ha crecido 150% en términos reales, pasando de 73.04 pesos diarios a niveles que cubren el 90% de la línea de bienestar familiar.
Coparmex, impulsora de la Nueva Cultura Salarial, destacó que el porcentaje de personas con ingresos por debajo de la línea de pobreza cayó de 50.8% a 35.4% en ocho años. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) estima que la mitad de esta mejora se debe directamente a los aumentos salariales.
A pesar de estos avances, 41.9 millones de personas, equivalentes al 32.2% de la población, enfrentan al menos una carencia social. Las más frecuentes son la falta de seguridad social (48.2%), el acceso limitado a servicios de salud (34.2%) y la alimentación nutritiva (14.4%).
El cambio en el modelo de atención médica para población sin seguridad social ha sido especialmente perjudicial, afectando a 26 millones de personas adicionales desde 2016. En educación, el rezago también persiste: 1.5 millones de niñas, niños y jóvenes entre 3 y 21 años no acceden a educación obligatoria.
La pobreza no se distribuye de manera uniforme. Chiapas (66%), Guerrero (58.1%) y Oaxaca (51.6%) encabezan la lista de entidades con mayor proporción de población en pobreza. En Chiapas, 1.5 millones viven en pobreza extrema. En contraste, Nuevo León muestra un modelo exitoso: 53.5% de sus habitantes no son pobres ni vulnerables, gracias a inversión productiva y empleos dignos.
Coparmex reafirmó su compromiso con la recuperación del salario mínimo y propuso cinco ejes estratégicos para una economía inclusiva: generar empleos de calidad con remuneraciones suficientes, incorporar a más mujeres y jóvenes al mercado laboral formal, impulsar cooperativas y negocios de economía social, garantizar educación y salud con calidad y equidad, y mejorar la distribución de programas de transferencias.
Además, pidió al gobierno actualizar las tablas de retención del ISR, priorizar educación y salud en el Presupuesto de Egresos, y corregir políticas que han elevado el gasto privado en salud, el cual creció 40% entre 2016 y 2024.
Coparmex concluyó con un llamado a consolidar un México con movilidad social, justicia económica y un piso de derechos sólidos.
“Las empresas mexicanas son clave en la lucha contra la pobreza. Al generar empleo, pagar salarios justos e invertir en innovación, contribuyen directamente a mejorar la vida de millones”, señaló el organismo.