
ONG israelí denuncia la 'política deliberada de genocidio' respaldada por cargos militares
La prestigiosa ONG B'Tselem, de las primeras en Israel en reconocer la actual campaña bélica israelí como un genocidio contra los palestinos, denunció este domingo que las palabras del exjefe militar de Inteligencia Militar, Aharon Haliva, acerca de que por cada israelí muerto deben morir 50 palestinos, exponen "una política deliberada de genocidio".
"Las declaraciones del exjefe de Inteligencia Militar, Aharon Haliva, forman parte de una larga lista de declaraciones oficiales que exponen una política deliberada de genocidio. El Éjército israelí implementa lo que ordenan sus comandantes: ataques deliberados e indiscriminados contra Gaza. En este contexto, no hay civiles 'no involucrados' en Gaza y cada palestino es un objetivo", denunció hoy B'Tselem en X.
"Esto es genocidio. Está sucediendo ahora. Hay que detenerlo", añadió la organización.
Haliva dijo que el elevado número de palestinos asesinados en Gaza es "necesario para las generaciones futuras", según grabaciones transmitidas el viernes por el Canal 12 de noticias. En las grabaciones, Haliva detalla que "50 palestinos deberían morir" por cada víctima israelí que pereció en el ataque múltiple de Hamás de octubre de 2023.
"No hay otra opción; necesitan una Nakba (catástrofe) de vez en cuando para sufrir las consecuencias", añadió Haliva, refiriéndose a la expulsión y huida de cientos de miles de palestinos en 1948 de lo que se convertiría territorio israelí. "No digo esto por venganza, sino como un mensaje para las generaciones futuras", añadió el exmilitar, según declaraciones recogidas por medios.
La mayoría de las viviendas, universidades o lugares de culto en Gaza han sido destruidos en estos 22 meses de ofensiva, así como los hospitales y centros médicos, que funcionan de forma parcial y son incapaces de atender las heridas más básicas debido al cerco y al bloqueo israelí de suministros.
Sus casi dos millones de habitantes están desplazados, sin un techo que los proteja de los bombardeos y con gran escasez de comida, lo que hace que miles de niños sufran ya desnutrición y que al menos un centenar haya ya muerto, según cifras de la ONU.