
Miles de rusos se despiden de Lenin, fundador de la Unión Soviética
Miles de rusos acuden estos días a la plaza Roja a despedirse de Lenin, entre rumores de que el Kremlin planea retirar la momia del fundador de la Unión Soviética aprovechando la reforma del mausoleo, que acaba de cumplir 100 años.
"Es posible que el mausoleo no se abra nunca más. Usted sabe qué autoridades tenemos", comentó hoy a EFE Ígor, un joven que llevaba una insignia de Lenin en la chaqueta.
Las autoridades rusas aseguran que el mausoleo reabrirá sus puertas en 2027, pero la duda ha cundido en la prensa y las redes sociales, más aún con la reciente campaña de rehabilitación de Iósif Stalin.
Aunque las encuestas dicen que sólo un tercio de los rusos apoya la permanencia de Lenin en el mausoleo, el presidente ruso, Vladímir Putin, se ha cuidado mucho de abrir un debate público, aduciendo que esto provocaría una escisión en la sociedad y supondría una humillación para muchos de los nacidos en la URSS.
Colas soviéticas
Cientos de personas hacían cola esta mañana en una de las cuestas empedradas que conduce a la plaza Roja, ya que el mausoleo sólo abre tres horas, de martes a jueves.
Estas hileras de gente no se veían desde tiempos soviéticos, cuando el edificio de mármol que acoge el cuerpo embalsamado de Lenin era de obligada visita para menores y mayores.
Entre las murallas del Kremlin y el Museo Histórico se podían ver este martes a pocos ancianos y muchos rusos de mediana edad y jóvenes, además de turistas chinos e indios.
Poco importa que, en realidad, el turista únicamente pueda observar la momia durante unos pocos segundos y esté prohibido tanto pararse ante la momia como sacarle fotos.
"Hemos leído sobre Lenin en los libros de texto. Es sorprendente que haya tantos rusos en la cola. Se ve que es algo inspirador para ellos. Para nosotros, en cambio, es sólo una atracción turística", señaló a Efe una turista proveniente de Nueva Delhi.
La reforma -que busca restaurar las paredes en estado ruinoso y el revestimiento exterior en un proyecto de 20 millones de rublos (250.000 dólares)-, no incluirá a la momia, que permanecerá todo el tiempo en el mausoleo, que sólo abandonó durante la Gran Guerra Patria (1941-45), cuando fue trasladada a Siberia.
Siempre hay una primera vez
Llama la atención la cantidad de moscovitas que integran la cola. "He leído que cerrará durante dos años. Hacía mucho que queríamos venir y nunca nos decidíamos", comentó Olga.
"Se lo propuse a mi hija y aceptó. Aunque, sinceramente, no sabemos quién está dentro del mausoleo, si es Lenin o no", dijo entre risas.
Algunos vienen de regiones en la parte europea de Rusia, pero otros viajaron desde antiguas repúblicas soviéticas, como Kazajistán.
"Es mi primera vez en Moscú. No podía imaginar que me encontraría una cola tan larga. Fuimos educados desde la infancia en las ideas de Lenin", señaló Serguéi.
Mientras la hermana que lo acompaña considera que la momia es un "experimento científico" -el Centro de Biotecnologías y Medicina puede conservarla de manera prácticamente indefinida-, él opina que gracias a que sigue en el mausoleo, "aún lo recordamos".
"Muchas cosas empiezan a olvidarse. Mientras siga la momia en el mausoleo, se conservará su memoria. Ya ni siquiera se celebra el día de la revolución socialista", comenta.
Masha, una mujer residente en la capital, también está a favor de que permanezca en su lugar: "A mí no me molesta. Que se quede donde está".
Lenin se va, Stalin regresa
El debate se ha exacerbado con las críticas a Lenin por parte de Putin, que le acusa de allanar el camino para el estallido del actual conflicto con Ucrania.
Además, mientras el legado de Lenin es mancillado, su sucesor es rehabilitado e incluso el metro inauguró recientemente un controvertido bajorrelieve con una estatua de más de dos metros de Stalin.
"Yo creo que la momia hay que sacarla y enterrarla. El cuerpo debe recibir cristiana sepultura", comentó Natalia, oriunda de la región de Tula.
En cambio, Ígor, que se declara comunista, pero trabaja para la Iglesia ortodoxa, considera que "Lenin está más cerca de la cristiandad que nuestra Iglesia", que demanda desde hace años el enterramiento del líder bolchevique.
"Está enterrado en un sarcófago bajo tierra. Todo según la tradición. Formalmente, no hay motivo para retirarlo. Todos en la iglesia quieren retirarlo. Se pueden venerar reliquias de todo tipo y, en cambio, aquí no pueden dormir ni comer, ya que hay que enterrar a Lenin como sea", señala.
Además del patriarca Kiril, están a favor de la retirada de la momia los liberales, las organizaciones de derechos humanos y los ultranacionalistas rusos, que recuerdan que tanto su viuda, Nadezhda Krúpskaya, como la amante de Lenin, Inessa Armand, se oponían a la momificación.