
La gata más longeva del mundo: su origen, edad récord e historia de vida
El pasado mes de septiembre de 2024 se dio a conocer la muerte de una gatita llamada Rosie, la que se creía que era la gata más longeva del mundo falleció a los 33 años, de acuerdo con un reporte de The New York Post.
Lila Brissett era la dueña de Rosie acompañó a su mascota en sus últimos momentos en vida, luego de haber compartido tres décadas con ella. “Ella no se encontraba muy bien y un día simplemente caminó por el pasillo de la casa, se acostó y falleció”, le dijo la mujer al medio estadounidense. “La extraño mucho. "Sin embargo, hubo muchos buenos recuerdos y estoy feliz de haber pasado nuestro tiempo juntas", agregó.
La historia de Rosie
Lila y la pequeña felina se conocieron en la década de los ‘90 gracias a una organización de rescate de gatos. La asociación se acercó a Lila para ofrecerle adoptarla, ya que la gatita necesitaba un nuevo hogar. Sus primeros dueños la habían devuelto al descubrir que su hija era alérgica al animal.
La mujer, ya viuda, había demostrado un profundo amor por los animales al rescatar anteriormente a un gato maltratado y a un perro callejero. Su hogar era un refugio para quienes más lo necesitaban, y así, decidió abrirle las puertas a Rosie. Esta decisión marcó el inicio de una entrañable convivencia que se prolongó por más de tres décadas.
En los últimos años, Rosie vivía exclusivamente dentro del departamento, adaptándose al ritmo tranquilo de su avanzada edad. “Es todo un personaje”, compartió Lila en entrevistas con medios ingleses. “Rosie pasa el día junto a la ventana, como un reloj. Duerme, come algo, usa la bandeja sanitaria y repite. A menudo debo comprobar si aún respira. Me preocupa el día en que cruce el puente del arcoíris; dejará un vacío enorme en mi vida”.
Con su rutina pausada y su compañía incondicional, Rosie se convirtió en un pilar en el hogar de Lila, dejando una huella imborrable en su corazón.
La gatita, nacida en 1991, se había ganado el título no oficial del "gato más viejo del mundo", ya que Guinness World Records le había dado ese título a una gata de 29 años llamada Flossie de Kent, nacida en 1995.