
'Hasta encontrarlos'; Madres buscadoras de Coahuila marchan en CDMX en el Día de las Madres
La fecha que para muchas madres significa celebración, el 10 de mayo, se ha transformado en un día de exigencia y memoria para las madres buscadoras, quienes en lugar de recibir flores y abrazos, marchan por respuestas sobre el paradero de sus hijos.
Con este motivo, mujeres laguneras se sumarán a la XIII Marcha de la Dignidad Nacional, que se realizará en Ciudad de México, con el propósito de exigir verdad y justicia. Antes de partir, ofrecieron una oración frente al Árbol de la Esperanza, símbolo de la lucha contra las desapariciones forzadas, como parte del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y México (Fuundec-Fuundem).
En esta ocasión, un grupo de 40 familias abordó un autobús con destino a la capital del país. Desde Saltillo también saldrá otro contingente con familiares de personas desaparecidas.
Entre ellas se encuentra Esther Contreras, madre de Antonio Mena, desaparecido el 29 de junio de 2010. Explicó que por diversas circunstancias no pudieron participar el año pasado, pero en 2025 retoman esta acción que han promovido desde 2009, junto con colectivos de Coahuila y de la propia Ciudad de México.
“Volvemos a retomar la participación para la marcha. Nosotros fuimos las convocantes de otros colectivos en Coahuila y en Ciudad de México. El año pasado, por ciertas situaciones no pudimos estar, pero esta vez vamos con muchas ganas de seguir pidiendo por nuestros hijos: verdad y justicia. Esperamos que ahora, con esta nueva presidenta (Claudia Sheinbaum), que será su primer año en el poder, tengamos alguna respuesta de ella”, expresó Contreras, vestida con una playera que lleva la fotografía de su hijo y la leyenda “Hasta encontrarlos”.
La edición número 13 de esta marcha lleva como lema “Las Madres Llegarán a la Verdad”, reflejo de una lucha incansable que han sostenido mujeres que han dejado todo atrás con tal de hallar a sus seres queridos ausentes.
“Tenemos que llegar a la verdad, tenemos que saber dónde están nuestros hijos, tenemos que saber qué pasó con ellos. No nomás quedarnos sentadas en casa haciéndonos cruces, preguntándonos qué pasó, cómo fue. Ellos (las autoridades) tienen que decir por qué pasó esto, a dónde se los llevaron, dónde los tienen, qué ha pasado con ellos”, dijo.
A lo largo de casi 13 años marchando, Esther reconoce que han encontrado aliados que, aunque no viven su tragedia, se han solidarizado con su causa.
“La solidaridad de la gente que tiene empatía, que nos ve luchando y se une, nos ha fortalecido. Tenemos muchos aliados, y si el gobierno nos quiere tumbar, con ellos –con la ciudadanía que se une a nosotros– seguimos adelante. Pero más que nada, es el amor que le tenemos a nuestros seres queridos que no están con nosotros”, compartió.
Desde la desaparición de su hijo, hace más de 15 años, Esther ha enfrentado múltiples obstáculos. Uno de los más persistentes ha sido la negligencia institucional.
“En los expedientes no tenemos nada, y seguimos en la lucha. Seguimos pidiendo que nos los regresen, que se llegue a la verdad, que se sepa qué pasó con ellos. Fue una omisión del gobierno, como todos saben, del descuido de la ciudadanía, del estado, del país. Ninguno se salva, ni los ministerios públicos, que son los que dan la cara, pero también ellos deberían exigirle a sus jefes que los dejen trabajar, que los dejen seguir adelante.”
Finalmente, denunció la rotación constante de personal ministerial como otra barrera para el acceso a la verdad.
“Aquí se ha visto que si encuentran algo, si hay alguna pista, nos cambian de ministerio público, y ya otra vez empieza el nuevo. Así es cada año. En el estado teníamos más de tres años sin revisar casos. Apenas nos dieron cita para el 26 de abril, y eso en Saltillo. Y allá vamos...”