
Gerard Piqué y Clara Chía son escoltados por la policía tras escándalo
Gerard Piqué y Clara Chía volvieron a acaparar los titulares, esta vez tras un tenso incidente en León, España.
Lo que prometía ser una salida tranquila para disfrutar de la gastronomía y el fútbol terminó en caos. La pareja fue escoltada por la Policía Nacional luego de recibir abucheos del público, desatando una oleada de reacciones divididas en redes sociales y medios.
¿Qué hacían Piqué y Clara en León?
La visita del exfutbolista catalán y su pareja, Clara Chía, tuvo un motivo profesional. Como propietario del FC Andorra, Gerard Piqué viajó a León para asistir al crucial enfrentamiento entre su equipo y la Cultural Leonesa, un partido clave en la lucha por el ascenso a la Segunda División española.

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Una periodista española aseguró que la pareja ha roto después de tres años de relación y en medio de rumores de infidelidadAprovechando la ocasión, la pareja recorrió la ciudad y disfrutó de su célebre propuesta gastronómica. León, inmersa en una jornada de intensa emoción futbolística, vibraba con la energía de miles de aficionados que abarrotaban las calles del icónico Barrio Húmedo. En ese ambiente cargado de entusiasmo, la presencia de Piqué no pasó inadvertida, convirtiéndose en el centro de miradas y comentarios.
¿Qué ocurrió a la salida del restaurante?
Tras disfrutar de una comida en un destacado restaurante del centro histórico, Gerard Piqué y Clara Chía se encontraron con una multitud esperándolos fuera del establecimiento. Las reacciones del público fueron diversas: mientras algunos fans buscaban selfies y mostraban admiración, otros aprovecharon la ocasión para lanzar gritos, abucheos e incluso insultos dirigidos a ambos.
Ante la creciente tensión, agentes de la Policía Nacional intervinieron para garantizar la seguridad de la pareja y evitar incidentes mayores. Escoltados por los oficiales, Piqué y Clara atravesaron la plaza rodeados de personas. En un intento por pasar desapercibido, el exfutbolista caminó con la capucha de su sudadera puesta, mientras Clara lo seguía en silencio, sin apartar la mirada del camino.