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Este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum se reunirá por primera vez con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Donald Trump se ha expresado positivamente sobre Sheinbaum meses atrás, pero en las últimas semanas al endurecer su política migratoria, separando familias e implementado redadas contra migrantes que no tienen récords criminales, sin confrontarlo Sheinbaum ha buscado que adopte otras medidas.
Sin embargo, el encuentro con Trump, quien se ha mostrado como un hombre del espectáculo, podría suceder bajo una gran incertidumbre, sea que confronte a Sheinbaum como hizo con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, acusándola como hizo la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, de animar las protestas en Los Ángeles por las que desplegaron miles de miliares o muestre a Sheinbaum acompañando sus mensajes como se mostró el Nayib Bukele de El Salvador.
Entre ambos, han relucido otros dos ejemplos de navegación para tratar con Donald Trump, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa y el canciller de Alemania, Friedrich Merz.
Volodimir Zelensky
Siguiendo el orden cronológico, el primer encuentro fue el de Zelensky con Trump, quien ante medios y acompañado del vicepresidente JD Vance, ambos cargaron contra el ucraniano acusándolo de no ser “agradecido lo suficiente” por el apoyo que Estados Unidos le ha brindado a su país y los reclamos de llegar a un acuerdo diplomático con Rusia.
“Estás apostando con la Tercera Guerra Mundial. Y lo que estás haciendo es muy irrespetuoso al país, este país, que te ha apoyado más de lo que las personas dicen debió hacer”, fue uno de los reclamos de Trump.
Nayib Bukele
El siguiente encuentro fue el de Nayib Bukele también en la Sala Oval con Trump, donde el presidente de El Salvador fue cuestionado sobre la deportación de Kilmar Ábrego un ciudadano, al que la Casa Blanca había señalado de criminal, pese a tener la residencia legal y no haber sido nunca ni detenido ni acusado de un crimen.
Ante los medios, Bukele planteó que pese a que la Suprema Corte de Estados Unidos se había pronunciado porque fuera retornado, él no podía “contrabandearlo” a Estados Unidos e incluso le llamó terrorista.
Cyril Ramaphosa
Los episodios posteriores, exitosos para los mandatarios visitantes en el duelo del espectáculo fue la visita del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, donde se proyectaron videos “probando” el supuesto genocidio de granjeros blancos en este país.
Ramaphosa cuestionó la legitimidad de los videos; admitió que había criminalidad en su país, pero no era solo centrada contra las personas blancas, ya que la mayoría de las víctimas eran gente de color y luego bromeó diciendo que él no tenía un avión que darle a Trump.
En esos días se había reportado que Trump aceptaría de regalo un lujoso avión valuado en 400 millones de dólares de parte de Qatar y que este sería el nuevo Air Force One, hasta luego pasar a la Biblioteca Presidencial de Donald Trump para su uso.
Friedrich Merz
El más reciente, de menos seriedad pero igual de viral, ocurrió cuando el canciller alemán Merz sostuvo un encuentro con Trump el pasado 5 de junio, al que el día siguiente era el Día-D, Trump se burló diciendo que no era “un día agradable para ustedes”; la respuesta de Merz se centró en decir que “a la larga, esta fue la liberación de mi país de la dictadura nazi”.
Diversos críticos señalaron que las declaraciones de Merz parecieron presentar a los nazis como si fuera un invasor, cuando se trataba de su propio gobierno electo y que bajo el mando de Adolf Hitler había iniciado la Segunda Guerra Mundial.
En mayo, el medio Politico luego de cuestionar a distintos consultores de políticos sobre cómo prepararse para reunirse con Donald Trump escribió que debían manejarse con cuidado ya que era “el show de Trump” y se debía dejar a este actuar.
