
Vehículos de marcas como BYD, MG y Chery bajaron hasta un 30% en México por sobreoferta y competencia interna/ Especial
En el competitivo mercado automotriz mexicano, las marcas de autos chinos están haciendo ruido. Firmas como BYD, MG y Chery aplicaron recortes de hasta el 30% en varios modelos, lo que captó la atención de miles de consumidores que buscan opciones accesibles, sobre todo en el segmento de autos eléctricos.
Este fenómeno no responde a problemas de calidad, sino a una estrategia comercial agresiva. La industria automotriz china busca ganar terreno fuera de su país, y México se ha convertido en uno de los mercados clave. Para posicionarse, las marcas reducen precios aprovechando sus bajos costos de fabricación y su control sobre la cadena de producción.
Guerra de precios y sobreoferta
Desde 2024, las propias autoridades chinas pidieron frenar la competencia feroz entre fabricantes. Sin embargo, el impulso por dominar el mercado mundial sigue empujando a las marcas a ofrecer precios cada vez más bajos. Además, la sobreproducción generó excedentes que ahora se exportan con urgencia.
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Por ejemplo, BYD ofrece modelos por debajo de los 8 mil dólares. Esta política de precios se traduce en oportunidades únicas para el consumidor mexicano, que ahora puede acceder a vehículos eléctricos o de combustión a costos antes impensados.
¿Vale la pena comprarlos?
A pesar de algunos prejuicios sobre la calidad o seguridad de los autos chinos, los datos dicen otra cosa. Informes internacionales indican que los autos eléctricos, incluidos los fabricados en China, tienen menor riesgo de incendio que los de gasolina. Las mejoras tecnológicas y los estándares globales elevan cada vez más su confiabilidad.
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En definitiva, los precios bajos no necesariamente implican menor calidad. Las marcas chinas están apostando fuerte en México y, por ahora, el mayor beneficiado es el comprador.