En plena temporada de anidación, tortugas han sido atropelladas por vehículos tipo “racers” que circulan sin control en el área natural protegida del Cañón de Fernández, uno de los ecosistemas más importantes y frágiles de la Comarca Lagunera.
Así lo denunció Gladys Aguirre Balza, vicepresidenta de Prodefensa del Nazas, quien alertó sobre los severos daños que estos vehículos están provocando en el humedal.
“A pesar de que el Cañón ya está declarado como área protegida federal, no se ha podido detener el ingreso de los racers. El impacto que generan es muy violento: erosionan los caminos, levantan polvo y ruido, y ahora hemos detectado que han atropellado tortugas en pleno proceso de desove”, explicó Aguirre.
Las tortugas, aunque acuáticas, deben salir a tierra firme para colocar sus huevos. Durante esta etapa, quedan vulnerables al tránsito vehicular, especialmente durante los fines de semana, cuando se registra mayor actividad de este tipo de vehículos. Se estima que cada fin de semana podría verse afectado al menos un ejemplar.
Activistas señalan que muchos conductores de racers operan sin placas ni permisos y evitan los filtros colocados por autoridades al coordinarse entre ellos.
“Se pasan la voz, cambian de horario o regresan otro día. Lo que falta son sanciones realmente severas que los disuadan”, comentó Aguirre.
Respecto a las acciones institucionales, aseguró que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha emitido oficios solicitando diálogo con el presidente municipal de Lerdo, Homero Martínez, sin haber recibido respuesta. No obstante, se han comenzado a bajar recursos federales para formar comités de vigilancia comunitaria.
Uno de ellos, en Sapioriz, ya está activo y conformado por pescadores locales que recorren el río y registran incidentes. Aunque estos comités no tienen facultades sancionatorias, sí pueden levantar reportes para que autoridades competentes actúen. El recurso destinado se entrega directamente a los participantes en dos partidas.
“No es una exageración pedir conciencia. Este tipo de daños no solo destruye el hábitat, sino también la esperanza de preservar la biodiversidad local”, concluyó Aguirre, haciendo un llamado urgente a proteger el Cañón de Fernández ante el riesgo creciente de afectaciones ecológicas irreversibles.

Denuncian atropellamiento constante de tortugas por vehículos 'racers' en el Cañón de Fernández