
Cuidado con lo que le cuentas a ChatGPT: podría usarse en tu contra en un juicio
En la era digital actual, donde los asistentes de inteligencia artificial se integran cada vez más en nuestra vida cotidiana, surgen nuevas preocupaciones en torno a la privacidad y el uso responsable.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, advirtió recientemente que las conversaciones mantenidas con ChatGPT podrían tener valor probatorio en procedimientos judiciales, si así lo solicita una autoridad competente. Esta declaración introduce un nuevo nivel de alerta sobre cómo se manejan los datos personales en plataformas de IA.
Durante un episodio del podcast This Past Weekend, conducido por Theo Von, Altman subrayó la importancia de la privacidad y destacó los riesgos legales que podrían derivarse del uso de herramientas como ChatGPT.
“Si hablas sobre tus cosas más sensibles con el chat y luego hay una demanda, podríamos estar obligados a entregar eso”, dijo.
La empresa detrás de ChatGPT, OpenAI, procesa más de 2.500 millones de consultas al día y, según lo establece en su política de privacidad, recopila y almacena información de los usuarios, incluidas las conversaciones, con el fin de “cumplir con obligaciones legales”.
Esta disposición abre la puerta a que, ante una orden judicial, la compañía se vea obligada a entregar registros de interacciones privadas. Un escenario que no sería inédito en la industria tecnológica, ya que otras grandes plataformas han enfrentado situaciones similares en el marco de investigaciones oficiales.
Casos judiciales en los que se accedió a datos de dispositivos para obtener pruebas
El debate sobre la privacidad en las plataformas tecnológicas trasciende a ChatGPT. Hace una década, un caso en Arkansas marcó un precedente: la investigación del asesinato de Victor Collins. En ese entonces, la policía solicitó a Amazon el acceso a los registros de audio de un dispositivo Echo presente en la escena del crimen, argumentando que podría contener evidencia clave. Aunque en un principio Amazon se negó a entregar la información por razones de privacidad, finalmente accedió tras obtener el consentimiento del propietario del dispositivo.
Un caso similar ocurrió en New Hampshire, donde una investigación por homicidio derivó en una orden judicial que exigía a Amazon el acceso a grabaciones almacenadas en la nube. La compañía entregó los datos tras la intervención del tribunal.