Un tribunal federal de comercio le prohibió el miércoles al presidente estadounidense Donald Trump imponer amplios aranceles generalizados al amparo de una ley de poderes de emergencia, poniendo rápidamente en duda el conjunto de políticas económicas emblemáticas del mandatario que han sacudido los mercados financieros globales, frustrado a los socios comerciales y aumentado los temores más amplios sobre la intensificación de la inflación y la caída de la economía.
El fallo de un panel de tres jueces en el Tribunal de Comercio Internacional con sede en Nueva York se produjo después de que se interpusieron varias demandas en las que se argumenta que los aranceles del "Día de la Liberación" de Trump han excedido su autoridad, dejando la política comercial de Estados Unidos dependiente de sus caprichos.
Trump ha dicho repetidamente que los aranceles obligarían a los fabricantes a devolver empleos fabriles a Estados Unidos y generarían suficientes ingresos para reducir los déficits presupuestarios federales. Utilizó los aranceles como una herramienta de negociación con la esperanza de forzar a otras naciones a negociar acuerdos que favorecieran a Estados Unidos, sugiriendo que simplemente establecería las tasas él mismo si los términos no eran satisfactorios.
El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, dijo que los déficits comerciales son una emergencia nacional "que ha diezmado a las comunidades estadounidenses, dejado atrás a nuestros trabajadores y debilitado nuestra base industrial de defensa, hechos que el tribunal no disputó".
El gobierno, señaló, sigue "comprometido a utilizar todas las palancas del poder ejecutivo para abordar esta crisis y restaurar la grandeza estadounidense".
Pero por ahora, Trump podría no tener la amenaza de impuestos a las importaciones para imponer su voluntad en la economía mundial como había previsto, ya que hacerlo requeriría la aprobación del Congreso. Lo que sigue sin estar claro es si la Casa Blanca responderá al fallo pausando todos sus aranceles de poder de emergencia mientras tanto.
Trump aún podría implementar durante 150 días impuestos del 15% durante a las importaciones sobre naciones con las que Estados Unidos tiene un déficit comercial sustancial. El fallo señala que un presidente tiene esta autoridad al amparo de la Sección 122 de la Ley de Comercio de 1974.
El fallo supuso un rechazo categórico a los fundamentos legales de algunas de las acciones más emblemáticas y controvertidas de Trump en su segundo mandato. El gobierno presentó rápidamente un aviso de apelación, y casi con certeza se pedirá la intervención a la Corte Suprema para dar una respuesta final, pero asesta un golpe contundente.
El fallo mantiene vigente cualquier arancel que Trump haya impuesto utilizando las facultades que se le otorgan en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Ordenó un impuesto del 25% sobre la importación de la mayoría de los automóviles y autopartes, así como sobre todo el acero y aluminio fabricados en el extranjero. Esos aranceles dependen de una investigación del Departamento de Comercio que revela riesgos para la seguridad nacional de los productos importados.

Corte de Estados Unidos frena aranceles generalizados