
China advierte a la India que no permitirá interferencias en la sucesión del Dalái Lama
El embajador de China en la India advirtió este domingo a Nueva Delhi de que el proceso de sucesión del dalái lama es una prerrogativa de Pekín y que "no se permitirá ninguna interferencia externa" en la reencarnación del líder espiritual budista tibetano, que cumple hoy 90 años.
"El Gobierno chino defiende el principio de independencia y autogobierno en materia religiosa y administra la reencarnación de los budas vivientes, incluida la del dalái lama, de conformidad con la ley. No se permitirá ninguna interferencia externa", dijo el embajador Xu Feihong en un mensaje publicado en su perfil de la red social X.
El embajador indicó que "la concesión de su estatus (el de dalái lama) y títulos religiosos es prerrogativa del Gobierno central de China".
"El Gobierno chino se opone a cualquier intento de organizaciones o individuos extranjeros de interferir o dictar el proceso de reencarnación", añadió Xu Feihong.
"Xizang (el nombre chino del Tíbet) es parte inalienable del territorio chino. El budismo tibetano tiene sus orígenes en la meseta Qinghai-Tíbet de China. Las principales regiones donde se practica el budismo tibetano de encuentran en China. El linaje de los dalái lamas se formó y evolucionó en la región tibetana de China", recalcó el representante diplomático.
El mensaje del embajador tiene lugar después de que el ministro de Asuntos de Minorías indio, Kiren Rijiju, afirmase el pasado jueves a medios locales que la decisión acerca de la reencarnación del dalái lama corresponde exclusivamente al líder espiritual del budismo tibetano, que se encuentra exiliado en la India desde 1959.
Un día antes, el dalái lama, Tenzin Gyatso, aseguró que su linaje continuará tras su muerte y que su reencarnación será gestionada por su círculo más cercano, el Gaden Phodrang Trust, la fundación que gestiona su autoridad y su patrimonio, desafiando así las intenciones de Pekín de dirigir la sucesión del líder espiritual.
En un comunicado posterior, el Gobierno de la India enmarcó la sucesión del dalái lama como un tema puramente religioso y afirmó que Nueva Delhi no toma "ninguna posición" sobre asuntos de fe.
El dalái lama ha celebrado este domingo junto a autoridades indias, lamas supremos y su círculo más cercano su 90 cumpleaños en la ciudad india de Dharamshala, donde permanece exiliado.
Aunque la India no reconoce formalmente al Gobierno tibetano en el exilio, su decisión de acoger y proteger al líder espiritual es un punto constante de fricción diplomática entre Nueva Delhi y Pekín, que mantienen sus propias disputas fronterizas en el Himalaya.
Tras la anexión china del Tíbet a principios de la década de los cincuenta del pasado siglo, decenas de miles de tibetanos huyeron a la India, el país que alberga más refugiados provenientes de este territorio.