Autoridades municipales ya están trabajando en la elaboración de un reglamento para el Corredor Matamoros, mientras comenzarán a revisar qué actividades se pueden realizar para empezar a dar vida a dicho espacio, cuyas obras se entregaron hace algunas semanas.
Atendiendo a lo que han manifestado los vecinos de ese sector, la vocación del Corredor Matamoros sería básicamente de tipo cultural y gastronómico, pues según lo que han manifestado, no están de acuerdo en que se instalen bares ni se dé lugar a la vida nocturna, sino más orientado a un paseo familiar.
El director de Desarrollo Económico del Municipio, Antonio Hernández González informó que en la reglamentación intervienen esta área, la Dirección de Ordenamiento Territorial y Urbanismo y las respectivas comisiones de regidores, aunque no hay una fecha específica para contar con estas bases.
El reglamento servirá para establecer los usos de suelo, y en función de ello comenzar a incentivar la creación de establecimientos de los giros señalados, como restaurantes, cafeterías, librerías, además de los que ya están en el sitio.
El funcionario indicó que de forma paralela, se buscará mientras tanto comenzar a generar actividades de tipo cultural, como las que en su momento se realizaron en el Paseo Morelos con Mooreleando, para empezar a atraer a las familias y generar mayor tránsito peatonal, que fue para lo que se construyó el Corredor Matamoros.
Antonio Hernández González reconoció que gran parte de los inmuebles que están ubicados en el tramo de la calzada Colón a la calle Galeana, donde se desarrolló la primera etapa de la obra, están inactivos, pues hay locales vacíos, en venta o renta, incluso en construcción y otros más en condición de abandono.
Ante ello, refirió que el mayor incentivo para los dueños de estos inmuebles es que se haya realizado una obra, con la que se mejoraron las banquetas, se instalaron señalamientos y se añadieron elementos urbanísticos; sin embargo, reconoció que se tiene mucho trabajo por hacer en cuanto a generar otras estrategias que les motive a reabrir un negocio o rehabilitar estas construcciones para darles un uso específico.
De acuerdo con lo que señalaron empresarios restauranteros, para este rubro sería más atractiva la parte de la calzada Colón hacia la Alameda, donde hay una mayor actividad para el ramo gastronómico; ante ello, el funcionario municipal reconoció la importancia de que se realice la segunda etapa del proyecto.
Comerciantes piden reactivar la zona
Comerciantes y profesionistas establecidos en el Corredor Matamoros señalaron que a poco más de un mes de que se inauguró y entregó esta obra, no se ha cumplido el objetivo de dar vida y reactivar la zona, sino que, por el contrario, ha bajado la circulación de vehículos y los clientes que van a los pocos establecimientos activos son multados con frecuencia porque se estacionan en lugares no autorizados.
“Es un paseo aburrido”, dijo Daniela, encargada de una tienda de ese sector, quien señaló que hasta ahora no hay nada que atraiga a las familias a pasear y caminar por el área, como se planteaba en el proyecto.
Y es que en el tramo de la calzada Colón hacia la calle Galeana predominan los locales vacíos, algunos con letreros de “Se renta” o “Se vende” desde hace meses, mientras que otros simplemente están con las cortinas bajadas y sin señales de que vayan a ser utilizados en breve.
También hay construcciones en abandono, como la que está en esquina con la calle Mina, una vieja finca de adobe que incluso empieza a dar señales de desmoronamientos en la parte superior, aunque la pintaron de blanco para que se viera menos fea; el terreno de la esquina con Jiménez, donde aparentemente hay obras activas, y otra más que está en la acera sur entre Jiménez y Galeana, aunque en ese caso los trabajos llevan años sin terminar.
Frente al negocio donde labora Daniela hay un local, donde supuestamente se va a instalar una tienda de arte, “pero van lento”, según indicó, tras señalar que el resto de los inmuebles son viviendas, despachos de notarios o de abogados, una clínica dental y una copiadora.
Poco estacionamiento y muchas infracciones
La ampliación de banquetas dio lugar al acortamiento en el ancho de los dos carriles de circulación y la eliminación de cajones de estacionamiento, por lo que ahora son pocos los espacios en línea disponibles del lado de la acera norte.
Esto genera que los clientes y trabajadores no tengan posibilidades de dejar sus vehículos, pues en algunas áreas solamente hay cinco cajones o máximo siete, como ocurre afuera del teatro Isauro Martínez.
Hay quienes todavía no saben cómo utilizar estos cajones, y también desconocen que es área de parquímetros, por lo que es muy frecuente que apliquen multas, al igual que a los repartidores de mercancía que se quedan sobre el carril sur para descargar.
“Se pusieron muy duros con el estacionamiento, apenas ven que llega un camión a descargar y vienen a infraccionar”, indicó, por lo que el negocio de las copias también ha visto bajar la clientela.
Esto ha ocasionado además que quienes deben acudir a dichos negocios, incluidos los trabajadores, tengan que pagar pensión en un estacionamiento público o dejar el coche en las privadas, con el permiso de los vecinos.
Ángel Jacques, quien tiene una tienda de confección y alta costura, señaló que sus clientas ya no tienen posibilidad de dejar los vehículos enfrente, por lo que deben caminar muchos metros para llegar a su negocio.
Recordó que cuando se realizaban las obras, sus ingresos bajaron hasta un 80 por ciento y no se ha podido recuperar; todo ese periodo, además, les cortaban la luz y el agua con mucha frecuencia, lo que se reflejó en pérdidas y una disminución en la actividad comercial.
Y aunque se ve positiva la ampliación de banquetas para los peatones, el cordón de la que se encuentra en la esquina de la privada Sor Juana Inés de la Cruz, que es de sur a norte, prácticamente ya tiene la pintura raspada por los “banquetazos” que dan los vehículos al dar la vuelta, pues el ancho del carril no les permite maniobrar lo suficiente a la hora de virar y prácticamente hay quienes se suben, sobre todo si conducen un vehículo grande.
Lo mismo pasa en el tránsito de norte a sur de la privada Sara P. de Madero para quienes se incorporan a la avenida.
“Más cafeterías o restaurantes; que abran el teatro al público”
El abogado Fernando Rangel de León, cuyo despacho tiene más de 50 años en ese lugar, consideró que debería verse la forma de darle vida a la Matamoros, incentivando la apertura de cafeterías o restaurantes, los que podrían atraer a las familias.
Otra opción sería que abrieran al público el teatro Isauro Martínez, sobre todo porque cuando se presentó el proyecto, se dijo que éste sería uno de los principales atractivos para que la gente caminara y se aprovechara el paseo peatonal.
A un lado de este despacho hay una cafetería, y enfrente estaba un restaurante que dejó de abrir hace poco.
Daniela opinó por su parte que una forma de atraer a los paseantes sería ampliando las amenidades del Paseo Colón hacia el área del Corredor Matamoros, donde se invirtieron cerca de 25 millones de pesos en una primera etapa. “¿Por qué no dar chance de que el fin de semana recorran hacia acá los puestecitos?”, se cuestionó.
“Ahorita no hay sombra, a quién le va a resultar atractivo caminar por aquí”, señaló Ángel, pues aunque se plantaron algunos árboles, éstos tienen pocas ramas y todavía no crecen lo suficiente.
La segunda etapa del Corredor, que según el proyecto abarcaría de la calzada Colón hacia la Alameda Zaragoza, sería más atractiva para los dueños de restaurantes, donde hay mayor actividad para este giro, consideró el presidente de la delegación Laguna de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Eduardo Nieto.
Hasta ahora, no se ha considerado establecer negocios de este giro en el tramo de la primera etapa, sino que la expectativa es mayor si los trabajos continúan hacia el lado oriente.