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Dos años después del bombardeo ruso del Teatro Dramático de Mariúpol, que albergaba hasta un millar de ciudadanos de la sitiada urbe, se desconoce aún el número de víctimas y Rusia ha eliminado las pruebas de la matanza, pero los supervivientes mantienen viva su lucha en busca de justicia.
Cientos de desplazados de Mariúpol, en la región oriental de Donetsk, se reunieron este sábado cerca de teatros en ciudades ucranianas para conmemorar a las víctimas del bombardeo, que se volvió emblemático de la destrucción indiscriminada de la localidad durante el asedio ruso en los primeros meses de la invasión a gran escala.
"¡Nunca olvidaremos y nunca perdonaremos!", afirmó Valentina Boiko, coorganizadora de la reunión en Leópolis, en el oeste de Ucrania.