
La marca apuesta por originales técnicas artesanales que generan 'piezas únicas'.
El diseñador mexicano Patricio Campillo se estrenó el sábado 7 de septiembre en la Semana de la Moda Nueva York, donde presentó una colección enfocada en la sastrería, inspirada en los volcanes de su tierra y que representa su esfuerzo para abrirse paso en Estados Unidos, según dijo a EFE.
"Cuando vienes de un país como México tienes que trabajar un poco el doble para lograr romper fronteras, que te vean, que la gente venga... estoy muy feliz y orgulloso de a dónde hemos llegado como equipo, y de ser recibido por una comunidad latina ávida de promover su propia cultura", declaró tras el desfile.
El modisto se convirtió a principios de año en el primer mexicano semifinalista del premio LVMH, el mayor conglomerado de lujo del mundo, y su primera experiencia en la moda de París en marzo plantó unas "semillas", dijo, de las que han brotado las propuestas que hoy presentó en una sala con vistas a Manhattan.
Con la sastrería mexicana como premisa, Campillo tomó aquella colección de París, que evocaba la cultura charra en torno a los caballos, de la que es un apasionado, y se dedicó a "depurar esa estética" y hacer que "fuera evolucionando hacia algo más desarrollado, exagerado, como una explosión", explica.
Si la roca volcánica ya sedujo a arquitectos mexicanos como Attolini, Artigas o Barragán, en el caso de Campillo lo hizo la "dualidad" entre la paz y la violencia del volcán inactivo que entra en erupción, agrega.
Por eso, parte de la veintena de conjuntos que presentó, generalmente para hombre y entre los que destacó el binomio de pantalón y 'top' corto, se componían de telas ligeras y con movimiento en tonos crema, mientras que la otra parte eran más estructurados, con volumen y en colores ceniza u óxido.
Además, Campillo, que crió gallos de pelea en su infancia, incorporó el simbolismo de esa tradición de México en botones, broches y hebillas de cinturón en plata trabajada con la forma de esta ave por orfebres mexicanos, que adornan las piezas más allá de lo funcional, e incluso añadió plumas.